
José Mourinho sonríe. El técnico del Real Madrid ha conseguido su primera victoria importante como técnico del equipo blanco. El triunfo en la Copa del Rey ratifica un liderato por el que tensó la cuerda en tiempos anteriores, hasta límites insospechados. "¡Vosotros decís que este es un club señor y esto es una puta mierda de club!", gritó el técnico del Real Madrid en una tensa posterior al Real Madrid - Sevilla famoso por el listado de los trece errores arbitrales.
Según revela el diario 'El País', el luso trató de imponer su criterio generando una gran crisis interna de la que al final salió victorioso con el 'exilio' de Valdano del Real Madrid y una mayor mano en la política deportiva del club.
Así, nada más finalizar ese duelo, y todavía caliente por los errores de Clos Gómez, colegiado del duelo ante los hispalenses, Mourinho advirtió a un dirigente en el vestuario madridista cuál sería su siguiente paso.
El dirigente le espetó que el Real Madrid es un club con señorío centenario y que ahí este tipo de prácticas no son comunes. Mourinho explotó.
"¡Vosotros decís que este es un club señor y esto es una puta mierda de club! ¡Me cago en el señorío! ¡Y ahora me voy de vacaciones y, si me queréis echar, por mí no vuelvo!", repitió a voz en grito, con todos los jugadores blancos presentes.
Florentino Pérez, 24 horas después, se planteó, según 'El País' destituir al entrenador al que ya en la comida de Navidad, con la polémica todavía caliente, lanzó un mensaje directo.
"Aquí hay gente que se cree capacitada para cualquier empresa y no se da cuenta de que el Madrid es la empresa más grande. No todos están capacitados. La presión que se sufre aquí no es para todo el mundo. Algunos se vuelven locos", le advirtió al entrenador.
Minutos después, ambos mantuvieron un encuentro privado de 30 minutos en uno de los anexos a los vestidores donde se guardaban los abrigos de los presentes. Mourinho alzó la voz y cargó contra el mismísimo Florentino Pérez:
"Ni yo soy el entrenador que usted esperaba ni usted el presidente que yo esperaba", le gritó.
Su campaña para ganar poder en el Real Madrid creció cuando, dentro del vestuario, lanzó una arenga a sus jugadores para convertirlos en sus aliados en esta guerra de guerrillas blancas. Lo hizo antes del duelo copero ante el Atlético de Madrid.
"No soy hipócrita. Al final de temporada, o se va Valdano, o me voy yo. No lo puedo ni ver. Si me quedo, salvo el marketing y el baloncesto, seré el principal responsable de la gestión deportiva. Los que tenéis al llave sois todos vosotros. Si ganáis un título, yo me quedo y a Valdano lo echan. Si vosotros Perdéis, el se queda y yo me voy. De ahora en adelante, observaré quién está con el equipo y quién no", amenazó.
Los jugadores, según 'El País', le respondieron al día siguiente en boca de uno de los pesos pesados. "Juega con nuestra voluntad. Nos hace cómplices. Si corremos y ganamos títulos, le dirá al presidente que estamos con él y contra Valdano. Si tenemos un mal día, nos convertiremos en sus enemigos", le advirtieron.