El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, tiene muchas dudas sobre cómo actuar en el mes y medio que queda de temporada. Con la Liga más difícil que nunca, la Copa y la Champions se presentan como prioridades. El gran dilema es saber si eso puede influir en las alineaciones de los partidos de Liga.
En los ocho partidos que quedan del campeonato nacional, los menos habituales podrían tener una oportunidad para reivindicarse. Los Pedro León, Granero, Canales, o incluso algún canterano podrían tener minutos... a riesgo del problema de imagen que supondría para el Real Madrid 'sacrificar' algún partido más.
No obstante, el técnico portugués tiene claro que lo importante es conquistar los dos torneos del K.O., y para ello, está en su cabeza la posibilidad de gestionar su plantilla reservando a sus mejores jugadores para que estén en plenitud en los partidos decisivos.
Y es que la temporada blanca, en esencia, son únicamente cuatro partidos a partir de ahora. Y tres, contra el máximo rival, el FC Barcelona: la final de Copa y los dos de una hipotética semifinal de Champions. La final, contra Schalke o Manchester (o Chelsea o Inter en caso de sorpresa) sería el colofón a la campaña en el mejor de los casos.
La principal duda de Mourinho es la imagen que podría dejar el Real Madrid en caso de perder algún partido más en la Liga BBVA ante un rival teóricamente inferior, como sucedió en la última jornada contra el Sporting de Gijón.
El entorno madridista mostró un gran descontento por esa derrota, que podría agravarse en caso de que hubiera más 'pinchazos' que hicieran al conjunto blanco acabar muy por debajo del Barcelona en la clasificación final.
Eso unido a la eterna cuestión de los más críticos con el 'trivote' y demás sistemas utilizados por el luso, hacen plantearse si merece la pena hacer modificaciones. Por todo eso, Mourinho tiene más dudas que nunca en la cabeza. Y este sábado, ante el Athletic, comenzarán a despejarse.
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