Pepe no aprende. Una y otra vez el defensa brasileño del Real Madrid recae en actitudes que huelen a desconexión de cables, a actitudes preocupantes, a idas de olla, que diría un castizo. Frente al Olympique de Lyon volvió a protagonizar un rosario de patadas antideportivas que casi le cuestan la expulsión que dejan mal a su técnico. Mourinho insiste en su renovación mientras él se empeña en demostrar que no vale los cinco millones por temporada que pide su agente.
Jorge Mendes insiste en sus encuentros con Jorge Valdano. Pepe no vale los cuatro 'kilos' anuales que le da el Real Madrid. El director general blanco lo tiene fácil. Poniendo el vídeo de su particular actuación este miércoles, quizá Mendes tenga razón. Quizá valga menos.
Echen cuentas y si no, tiren del resumen que pueden ver en esta información. El futbolista blanco sumó hasta tres acciones que, por sí mismo, valdrían una tarjeta, cuanto menos 'naranja', de esas amarillas que rozan la roja dependiendo del criterio del árbitro.
Patada a Cissokho al estilo 'Casquero'
Antes ya se había ganado una cartulina por una brusca entrada a Lisandro. Cuatro acciones preocupantes en la que la última fue la peor.
El reloj marcaba el minuto 85 (3-0 para los blancos) cuando el jugador portugués se despachó con una patada a la altura de la yugular de Cissokho en una acción al estilo Casquero (aquella agresión que le costó 10 partidos en 2009)
El lateral francés le había dejado fortuitamente la bota cerca de la cara unos segundos antes y el madridista decidió cobrarse venganza.
Antes, Lisandro ya había probados sus caricias, primero con un golpe por la espalda y otra con una patada a la altura de las lumbares que terminó en falta contra el francés por supuesto empujón precisamente a Pepe. De locos.
En duda su renovación
Los defensores del luso (Mourinho entre ellos) pueden alegar que quizá es el nerviosismo por la renovación lo que esté alterando el estado de ánimo del jugador. Sus antecedentes invitan a lo contrario y ponen en entredicho que este jugador si quiera deba renovar por los blancos.
Dotado de unas cualidades increíbles, su facilidad para perder los papeles es tan frecuente como sus buenas actuaciones defensivas. Frenar gestos así es clave, más si este jugador quiere convertirse en el baluarte de un equipo que aspira a ganar la Champions.