José Mourinho no da puntada sin hilo. Mira, apunta y dispara, pero nunca improvisa. En una rueda de prensa sin precedentes en la historia del Real Madrid, el luso volvió a dar un espectáculo del que se hablará mucho en los próximos días en el que dos fueron sus principales objetivos: el colegiado del encuentro, Clos Gómez, y el director general blanco, Jorge Valdano.
El portugués apareció en sala de prensa con un documento imprimido en una hoja con el membrete oficial del Real Madrid y los "trece errores arbitrales" que durante toda esta temporada ha sufrido el conjunto merengue. Nunca antes en la trayectoria de los blancos uno de sus preparadores había salido a sala de prensa con un papel en el que se cargase con tanta premeditación contra los fallos de los colegiados.
Harto de lo que supuestamente, según su visión, es una especie de campaña de acoso y derribo contra su equipo y sus jugadores por parte del estamento arbitral, Mourinho decidió que era momento de pasar al ataque, pero no contra los colegiados, sino contra su club y más en concreto contra su director general, Jorge Valdano.
"De lo que estoy un poco cansado es que me den una lista de errores graves del árbitro y quieren que sea yo el que ataque al árbitro y defienda a mi equipo. Si yo cojo esto y voy para adelante la historia es siempre la misma, suspensión a Mourinho", dijo.
"Tenemos un club, un organigrama y quiero que la gente defienda a mi equipo, no solo yo. Lo que ha pasado hoy no merece ni un comentario", comentó en un tono serio, mientras una y otra vez golpeaba con fuerza la mesa donde se sentaba en sala de prensa, ante un puñado de periodistas atónitos con los gestos de 'The Special One'.
A renglón seguido, y por si había alguna duda de a quién se dirigía el mensaje, Mourinho (que en otras ocasiones sí ha mentado al Valdano), aireó ante toda la prensa sus intenciones:
"Obviamente tengo que pedir una reunión urgente con el presidente, que es mi superior, el número uno, con el que puedo hablar directamente porque nos llevamos muy bien, tenemos una relación cercana y hablamos todas las semanas", dijo. Con Valdano no habla. Con Valdano se lleva nada bien.
Así se calentó Mourinho
Según fuentes del vestuario merengue, Mourinho llegó a su despacho personal después del partido justo cuando Jorge Valdano hablaba ante las cámaras de Canal Plus. Justo en el instante en el que dejaba tres recaditos sobre la mesa, con el membrete del luso como destinatario.
Primero, por el asunto del delantero centro que Mourinho pide una y otra vez y que Valdano se niega (con el beneplácito de Florentino Pérez) a fichar.
"El equipo tiene gol, lo ha mostrado a lo largo de toda la temporada. Hoy hemos encontrado el gol sin Benzema en el campo, lo que demuestra que hay alternativas", declaró, recalcando que pese al discreto partido del francés "hay soluciones con respecto a Higuaín". "Confiamos en los informes médicos y lo que me cuentan invita al optimismo", añadió.
Segundo mensaje, la 'super-nota' que Mourinho se puso a sí mismo el pasado sábado (dijo que de 10 sobre 10, él se pondría a sí mismo un 11). "Puede decir lo que crea conveniente", comentó lacónico.
El tercer aspecto que no gustó a Mourinho es que Valdano no criticara duramente la actitud del colegiado durante el duelo frente a los hispalenses. "Estuvo totalmente superado por el partido los 90 minutos. No tuvo criterio uniforme. Se sintió superado por un partido que era difícil de arbitrar", opinó sin criticar abiertamente sus actuaciones.
Pequeñas gotas que colmaron en sala de prensa la paciencia de Mourinho en una comparecencia donde también hubo dardo a la afición del Bernabéu.
"Quiero más del público, pero no tengo derecho a pedir nada. Llenan siempre el campo. Son modos diferentes de estar en un estadio de fútbol, culturas diferentes. La gente no es tonta y entiende que este equipo da todo", concluyó.
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