Iker Casillas es el espejo del optimismo en el Real Madrid. El portero blanco ha confirmado que llevará una botella de cava en la maleta para Málaga, en donde jugarán el último encuentro liguero.
"Todavía queda un partido y puede pasar de todo. Durante el partido nos íbamos enterando de lo que pasaba en Sevilla por la reacción del público. Que el alcalde vaya preparando la Cibeles..."
"Ha habido momentos con el 2-3 que parecía que estábamos cerca del título, pero no hay que darle más vueltas. Ahora tenemos que pensar solo en ganar en Málaga y esperar a ver que hace el Barcelona en la última jornada", añadió.
El portero de Móstoles confía en que el Valladolid pueda plantar cara en el último partido de Liga, que tendrá que disputar ante el Barcelona: "No le van a poner las cosas fáciles al Barça. Se juega quizá mucho más que nosotros".