Luis Aragonés abrió el debate (y tal) con aquella famosa retahíla. "Raúl sí, Raúl no, Raúl sí, Raúl no, Raúl sí..." respondió, visiblemente enfadado, a varios periodistas que le insistían sobre la convocatoria del 7 blanco con 'La Roja'. Hoy tres años después, contra pronóstico, contracorriente, su sucesor reabre el debate: "Claro que tengo dudas sobre si convocar a Raúl", comenta Del Bosque.
La confesión (sorprendente confesión) llegó sin avisar. Agazapada en el subsconciente del seleccionador nacional, saltó al ruedo en una plaza poco común para un entrenador como él: la revista de tendencias masculina Esquire.
En el número del mes de mayo, dedicado al Mundial de Sudáfrica, el técnico salmantino es, lógico, uno de los protagonistas más destacados. Cuestionado sobre lo humano y lo divino, Del Bosque deja en ella muchos titulares sobre su vida más allá de la axfisiante actualidad.
Charla con tintes personales donde emerge, casi sin querer, la figura del máximo goleador en la historia del Real Madrid. El causante, su hijo. El vástago de Vicente se declara madridista confeso y no sólo eso: es un 'raulista' convencido, comenta su padre.
"Sigue insistiendo con que lleve a Raúl a Suráfrica", relata Del Bosque. ¿Cederá el entrenador al chantaje emocional de su chaval?¿Llevará al Mundial a un jugador a punto de la retirada?
Responde el afectado: "Claro que tengo dudas; hemos compartido vestuario muchos años y además sigue representando perfectamente lo que debe ser un jugador de la Selección española de fútbol".
La injusticia de Del Bosque con Raúl
Fantasía o realidad, mera pose o duda feaciente, la respuesta petrifica las sensaciones que rodean al combinado nacional. Nadie espera a Raúl en Sudáfrica. Ni si quiera el propio Del Bosque.
El porqué de esta respuesta sobre un posible retorno de Raúl llega otra reflexión posterior. "No sé si he sido justo con él", comenta el que fuera su técnico durante tres temporadas en el Real Madrid.
Confirmado: lo dicho por Vicente unas líneas más arriba es más una declaración de buena fe que una intención. Raúl, como todos pensábamos, no irá al Mundial.
Sin embargo, es esta respuesta y no la anterior la que provocará más desencanto en el capitán madridista. Del Bosque admite que pudo dejarse guiar por presiones para no llevar al capitán.
Presiones internas de un grupo que no ve con bueno ojos el retorno del Jedi merengue. Presiones de una buena parte de la afición, que veía en Raúl su propio chivo expiatorio de los problemas de España.
El año que Raúl pudo regresar
Hubo un tiempo en el que Del Bosque sí que dudo. Fue al poco de llegar a la Selección. La pasada temporada, Raúl se salió en el Real Madrid con números (24 goles en 47 partidos) que, sin llevar los apellidos González Blanco, le hubieran dado alguna oportunidad con España
Pero la historia pesa, los prejuicios también y Del Bosque no quería problemas en un vestuario de convivencia perfecta y en un entorno relajado y calmado donde la inclusión del delantero habría supuesto una bomba de relojería, un torbellino innecesario.
Raúl fue el sacrificado. Hoy Del Bosque lo reconoce con opiniones susurradas en plazas poco habituales. "No sé si he sido justo con él", comenta en Squire. Ya es demasiado tarde. Raúl no volverá nunca más a vestir 'La Roja' en competición oficial.
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"Quiero seguir en activo"