La Bolsa de Toronto perdió cerca de 300 puntos minutos después de su apertura hoy tras el sorpresivo anuncio anoche de que los fondos fiduciarios o de fideicomiso tendrán que empezar a pagar impuestos. El índice SPTSX, la referencia de la bolsa canadiese, cae cerca del 3%.
El dólar canadiense también sufrió las consecuencias del anuncio del ministro de Finanzas, Jim Flaherty, y perdía 85 centavos con respecto a la divisa estadounidense -al pasar de 89,13 centavos a 88,37 centavos- poco después de la apertura de los mercados, la mayor caída en los pasados dos meses.
La caída de la Bolsa se concentró en los fondos fiduciarios, especialmente los de las compañías de telecomunicaciones Bell y Telus, que en las pasadas semanas anunciaron su intención de reconvertir su estructura empresarial.
Bell perdía un 12%, alrededor de 3,3 dólares por acción, mientras que Telus se dejaba un 16 por ciento, alrededor de 9,23 dólares por acción.
Precisamente el anuncio de Bell -la mayor compañía de telecomunicaciones del país- a mediados de octubre ha provocado la reacción del Ministerio de Finanzas canadiense contra los fondos fiduciarios que tendrán que pagar impuestos a partir del 1 de enero del 2011.
En lo que va de año, empresas valoradas en alrededor de 60.000 millones de dólares han modificado su estructura para convertirse en fondos fiduciarios. La principal ventaja de estos fondos es que no pagan impuestos y destinan la mayoría de sus beneficios para repartir entre sus accionistas lo que les ha convertido en una popular estructura financiera ante la preocupación de algunos especialistas.
En Canadá ya existen unos 250 fondos fiduciarios que suman empresas valoradas en 180.000 millones de dólares, lo que supone una considerable pérdida de impuestos.
Sólo la transformación de Bell supondrá que el estado canadiense recaudará en el 2008 715 millones de dólares menos en impuestos. Flaherty señaló anoche que las medidas adoptadas "son necesarias" para restaurar el equilibrio fiscal canadiense, para asegurar que la economía siga "creciendo y prosperando".
El director ejecutivo de la compañía matriz de Bell, BCE, Michael Sabia, afirmó hoy durante una conferencia telefónica que la decisión de Flaherty "es claramente decepcionante" y que obligará a la empresa a revisar su decisión de convertirse en un fondo fiduciario.
La decisión fue una total sorpresa para el sector y los mercados, especialmente porque el gobierno del primer ministro, Stephen Harper, ganó las elecciones del pasado mes de enero prometiendo que no cambiará la estructura de los fondos fiduciarios.
La plataforma electoral del Partido Conservador en enero indicaba que "un gobierno conservador detendrá los ataques del Partido Liberal (entonces en el poder) contra los ahorros para la jubilación y preservará los fondos fiduciarios al no imponerles nuevos impuestos".