
Ampliar el gasto público para incentivar el consumo de los hogares y, por tanto, uno de los motores de crecimiento económico. Ésta es una de las medidas en la que coincidieron todos los asistentes a la cumbre del G-20. Los gestores de fondos han tomado buena nota de ello y como viene siendo habitual se han anticipado. ¿Cómo? Empezando a invertir en empresas ligadas con este sector.
La última encuesta a gestores publicada por Merrill Lynch así lo demuestra. De hecho, ésta es la primera vez desde que se realiza la encuesta (hace siete años) en la que los gestores europeos han optado por sobreponderar el sector del consumo en sus carteras.
Pero, ojo, porque no todo el consumo despierta su interés. Sólo lo hace el más tradicional y defensivo, es decir, el que incluye compañías de alimentación y bebidas. Porque, por mucha crisis que haya, nadie va a dejar de comer ni beber, ¿no? A juzgar por los datos del último estudio sobre consumo realizado por la empresa de investigación de mercados GfK eso parece ya que asegura que todos los grupos familiares incrementarán sus gastos en alimentación.
"El sector de consumo no cíclico es muy defensivo ya que los consumidores van a seguir comiendo, bebiendo, lavándose el pelo y fumando. Además, las compañías cuentan con buenos flujos de caja, que usan para recomprar acciones y pagar dividendos", afirma Huub van der Riet, gestor de ING Invest Food&Beverages, uno de los fondos de consumo más rentables a largo plazo.
Por mercados, la mayoría apuesta por las empresas de consumo estadounidenses. Al fin y al cabo Norteamérica es la cuna del consumismo, aunque ahora esté en horas bajas, y, además, no son pocos los que creen que su economía será la primera en recuperarse cumpliendo con la ley FIFO (First In to the recesion, Firt Out). "En mejores condiciones económicas, franquicias por debajo de su valor como por ejemplo la textil Wal-Mart y el fabricante de cereales Kelloggs, fueron relegadas por ser demasiado aburridas. Hoy, sin embargo, la situación es muy distinta y su estabilidad se ve ahora como algo positivo y pueden dar a los inversores la estabilidad que buscan en condiciones adversas", afirma Aled Smith, gestor de M&G US Equities.
Sin embargo, la inversión rentable en este tipo de compañías no tiene que ser inmediata. Al fin y al cabo, los planes anunciados por los Gobiernos del G-20 tan sólo son, de momento, buenas intenciones por lo que habrá que esperar a que estas iniciativas se conviertan en realidad para ver un cierto impulso en el consumo y, por ende, en las compañías ligadas a este sector. "Es apropiada la cautela en consumo cíclico, aunque puede haber anomalías de valoración aprovechables cuando mejoren los fundamentales", afirma Chase Brundige, cogestor del fondo Pictet US Equities.
En todo caso, lo que parece claro es que, a la hora de invertir en consumo, es el sector no cíclico, el de primera necesidad, el que tiene todas las papeletas para ser el mejor parado. De hecho, aunque ningún fondo de consumo consigue estar en positivo este año, los que menos pierden invierten en compañías ligadas al consumo de primera necesidad como Nestlé o Tesco, aunque no sólo en eso. El tabaco también ocupa un lugar prefente en las carteras de estos productos. Es lo que tiene el mono. De hecho, todo los fondos tienen a British American Tobacco entre sus principales posiciones.
Sin vicios ni lujos en 2008
La crisis no ha dejado títere con cabeza. Aunque lo normal es que en épocas de crisis, el lujo sea una de las cosas que resiste con fuerza, en esta ocasión todo es diferente. De hecho, los fondos que invierten en empresas de lujo tipo Tiffanys o Louis Vuitton son, dentro del sector del consumo, los que peor se están comportando en el año. Pierden más de un 40%, frente al 20% que se dejan los productos que invierten en consumo básico.
Ni siquiera el vicio es inmune. El conocido Vice Fund (fondo que invierte en compañías ligadas con vicios como alcohol o tabaco) acumula pérdidas en el año que ascienden al 40,8%. Este fondo, que sólo puede ser contratado por ciudadanos estadounidenses, tiene entre sus principales posiciones a Philip Morris y a compañías de bebidas espirituosas como Diageo o Pernod Ricard. Una cartera que si bien este año no le está dando buenos resultados, sí sigue siendo rentable a largo plazo. De hecho, su rentabilidad anual a cinco años supera el 5&. Una cifra que no consigue ninguno de los fondos de inversión de consumo tradicionales.