
Una de las primeras lecciones que se aprenden cuando uno se introduce en el mundo de la inversión es que las bajadas de tipos de interés siempre benefician a la renta variable. Pero la bolsa no es la única que sale ganando. Según los expertos, la inminente bajada de tipos va a volver a encontrar en la renta fija a su caballo ganador. La idea de inversión está clara; pero ¿a corto o a largo? ¿pública o privada?
En condiciones normales de mercado, la bajada de tipos beneficiaría a la renta fija a largo, porque los precios subirían y las rentabilidades bajarían (la relación entre precio y rentabilidad de los bonos es inversamente proporcional) y perjudicaría a la renta fija a corto. Pero, en las condiciones actuales, la cosa no está tan clara. Depende de que esta bajada de tipos se traslade al mercado interbancario.
Si pasa eso "la financiación será más barata y la rentabilidad de la renta fija a corto plazo (depósitos, monetarios o Letras) caería", afirma Enrique Borrrajeros, de Abante Asesores. A su juicio, la bajada de tipos puede crear buenas oportunidades en los bonos más a largo plazo ya que provocarían una subida de su precio, aunque advierte que "la huida de los últimos días hacia este tipo de activos ya lo ha elevado bastante por lo que el recorrido es más limitado".
Defensa del corto plazo
El miedo a que la bajada de tipos no termine trasladándose a la economía real provoca que otros gestores sigan defendiendo a la renta fija a corto como principal destino de inversión. "Recomendamos seguir en fondos monetarios, ya que a pesar de los recortes de tipos, los tipos del mercado monetario seguirán estando por encima de los tipos swap (tipo fijo para cubrirse de las fluctuaciones de tipos)", afirma Rose Marie Boudeguer, de Consulnor. Lo mismo opina Javier Mazarredo, director comercial de Santander AM, aunque matiza que inicialmente "se beneficiarán los tramos más largos de la curva, donde se notaría más automáticamente un recorte sería en las Letras a 12 ó 18 meses".
El toque corporativo
Pero no hay dos sin tres. Aunque la mayoría defiende la deuda pública frente a la privada, hay algunos osados que se fijan en deuda corporativa. "Presenta muy buenas perspectivas porque hay empresas que te están ofreciendo cupones del 5,6 y 7%", afirma Miguel Llorente, analista de Capital at Work.
La pregunta es ¿en el papel de qué empresas? "Hay que mirar buenas empresas con buenos flujos de caja que les permitan refinanciar su deuda y alejarse de las de alto rendimiento, porque habrá muchas que no puedan pagar su deuda , y siempre con un plazo de vencimiento a partir de 2010", concreta Llorente. En Inversis también ven posibilidades en los bonos corporativos. "El diferencial de los spreads de la deuda corporativa y la deuda gubernamental era muy amplio, por los riesgos que entrañaba la primera, con los CDS altísimos; y al estrecharse este diferencial aumentaría el atractivo de los bonos corporativos", afirma Eduardo Antón, analista de Inversis.