
El mundo al revés. Antes, ellas pedían dinero a bancos y aseguradoras para conseguir levantar sus fondos. Ahora, son las entidades financieras quienes llaman a su puerta para intentar salvar los muebles. Y las firmas de capital riesgo no están dejando escapar la oportunidad. Basta un rápido repaso para comprobar que los fondos de capital privado están aprovechando la crisis para convertirse en nuevos protagonistas del sector.
El último en demostrarlo ha sido el todopoderoso CVC, que junto a Swiss Re negocia la compra del 51% de la división aseguradora del Royal Bank of Scotland (RBS.LO). Sobre la mesa, según la prensa británica, han puesto 6.000 millones de libras (7.700 millones de euros o 10.380 millones de dólares) para hacerse con marcas tan conocidas como Línea Directa o Churchill.
Nuevos actores
"Las grandes firmas internacionales disponen de enormes cantidades de capital para invertir en el sector financiero y en los próximos años es previsible que obtengan muy buenos resultados, especialmente en Estados Unidos, y en menor grado, en Europa", señala Marwan Naja, director de capital riesgo del banco suizo Pictet y gestor del fondo de fondos de private equity Monterosa.
Esta reflexión la sustenta en operaciones tan importantes como la adquisición de la firma de gestión de activos de Lehman Brothers por parte de Bain & Co., la inversión por importe de 7.000 millones de dólares que ha realizado TPG en Washington Mutual o la compra del 24,9% de Hypo Real Estate por parte de JC Flowers. Además, firmas como Babcock & Brown han pujado por algunos de estos activos y continúan analizando oportunidades en el sector financiero.
"Actualmente hay una añada excepcional para invertir. Las quiebras de entidades financieras van a crear y están creando oportunidades de inversión en subsidiarias que sí son solventes", señala la profesor del IE Business School Paz Ambrosy.
No obstante, la docente recuerda que muchas firmas de capital riesgo, por estatutos, no han permitido hasta ahora comprar activos financieros ni hipotecarios. Una filosofía que están cambiando al mismo ritmo en que evolucionan los acontecimientos. ¿Por qué?
Oportunidad en la banca
Sobre todo, porque los fondos de capital privado cuentan con un volumen de compromisos de inversión de 288.000 millones de dólares, según recuerda Naja, y el sector financiero les ofrece la oportunidad de invertir a buen precio. Para encajar las dos piezas, algunas firmas, sobre todo las australianas, cuentan con brazos de inversión especializados en este mercado y otras están pidiendo permiso para soltar las ataduras de sus estatutos.
"En el fondo, están adquiriendo compañías que en sus carteras tienen activos financieros, partes del negocio que funcionan bien y que pueden gestionar como cualquier otra compañía", explica la profesora Ambrosy. Otra cosa, por ejemplo, sería comprar deuda de bancos y cajas. Una actividad que están abordando más los denominados fondos buitres (o distress) especilizados en adquirir activos de firmas quebradas.
"Cuando se habla de aprovechar las oportunidades de las instituciones financieras, debe distinguirse entre los fondos distress y las carteras de activos financieros que pueden adquirir fondos de capital riesgo especializados", añade el profesor de IESE Juan Roure.
En España, durante todo este año, han ido aterrizando fondos buitres interesados en hacerse con activos contaminados de bancos y cajas, tanto financieros como hipotecarios, el verdadero talón de Aquiles de las entidades financieras españolas. En cambio, apenas ha habido todavía oportunidades para hacerse con determinadas áreas de negocio, como habría ocurrido con la desinversión de Santander (SAN.MC) en su gestora de fondos (un proceso que según algunas fuentes se ha parado temporalmente), o la venta de carteras industriales. Los expertos dicen que habrá que esperar a 2009.