Hace apenas 44 años el mundo contaba con la mitad de población que hoy en día. Y es que el paso del tiempo no solo nos hace envejecer, sino también progresar y evolucionar. De hecho, los más de 7.000 millones de personas que habitan nuestro mundo, superarán los 9.000 millones en 2050, según la ONU.
Esta evolución, a su vez, llevará de la mano un fuerte incremento de la demanda de recursos básicos, como los alimentos, el agua o la energía. Principalmente teniendo en cuenta que según datos del Banco Mundial, las clases medias representarán en 2030 un 16 por ciento de la población mundial frente al 7,6 por ciento actual -en su mayoría procederán de países en desarrollo-. Todo ello abre un mundo de oportunidades para el inversor paciente, ya que para poder ganar con el progresivo crecimiento de la población, hay que mirar a largo plazo.
"Las estrategias de inversión que fusionan la comprensión de los motores demográficos y el análisis fundamental de las empresas pueden desarrollar perspectivas sólidas sobre la rentabilidad empresarial a largo plazo que van más allá del cortoplacismo del mercado. Todos los inversores pacientes y a largo plazo deberían valorar seriamente estas estrategias", indican desde Fidelity, que ha elaborado el estudio Las grandes tendencias de inversión: el impacto de la demografía. A este respecto, no es de extrañar que los sectores que más potencial guardan sean aquellos más ligados al estilo de vida de la población. Es el caso de la salud, los recursos básicos o Internet.
El negocio de la salud
Sin duda las posibilidades que ofrecen las compañías sanitarias no pasan desapercibidas, sobre todo si se tienen en cuenta dos factores. Por un lado, el cambio en el estilo de vida que se produce al aumentar las rentas. Muchos consumidores, principalmente en economías emergentes, pasan de ingerir productos más saludables a otro tipo de alimentos más calóricos como son las carnes o los lácteos gracias al aumento de su poder adquisitivo. Una base alimentaria que, combinada con una vida más sedentaria, incrementa la aparición de enfermedades como la obesidad, los problemas de corazón o la diabetes. Una situación que si bien es desafortunada, supone una mina de oro para las empresas que cubren este ámbito. Asimismo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el gasto sanitario en 2020 podría alcanzar 10 billones de dólares, de los que 2 billones corresponderían a los países en vías de desarrollo.
Por otro lado, es un hecho que vivimos más tiempo, es más, según la División de Población de la ONU, en 2045 el número de personas de 60 o más años superará al de 15 años o menos. "Las funciones del cuerpo humano se deterioran inevitablemente con el paso del tiempo, lo que aumenta la demanda de una amplia gama de productos -como fármacos, audífonos, artículos ortopédicos y productos para el cuidado de la visión- y servicios médicos", explican en Fidelity.
En este contexto, una de las grandes apuestas es Celgene, una vieja conocida -es una de las integrantes de elMonitor, la herramienta de inversión de elEconomista para tener en cartera los mejores valores de la lista de compra de los grandes bancos de inversión-. La biotecnológica, centrada en la investigación, desarrollo y comercialización de nuevas terapias para tratar enfermedades hasta ahora incurables, sobre todo cánceres y enfermedades del sistema inmunológico, cuenta con una de las evoluciones de beneficio más prometedoras del sector. Así, los expertos esperan que en el trienio (2014-2016) sus ganancias aumenten más de un 98 por ciento, hasta superar los 5.000 millones de dólares. Un crecimiento del beneficio que irá acompañado de un fuerte abaratamiento de sus títulos en términos de PER -veces que el precio de la acción recoge el beneficio-. En este sentido, los analistas que la siguen creen que su PER bajará de las 19,4 veces actuales a las 11,6 veces previstas en 2016. Otras compañías para las que se barajan unas previsiones similares son Biogen -biotecnología especializada en medicamentos para trastornos neurológicos, trastornos autoinmunes y cáncer- y Valeant Pharmaceuticals, farmacéutica centrada en los campos de la neurología, dermatología y enfermedades infecciosas (además es componente del índice de bolsa mundial Eco30). Para ambas, se espera un aumento del beneficio en el trienio superior al 80 por ciento y una bajada del PER de entre el 25 y el 35 por ciento para 2016.
Cultivando beneficios
Con un mundo cada vez más poblado y con cada vez menos tierra cultivable, parece que la necesidad de buscar cauces para aumentar la productividad se hacen necesarias. Desde la ONU indican que la producción de cereales debería aumentar un 70 por ciento durante los próximos 40 años para satisfacer la demanda. Es por ello que compañías dedicadas a proveer fertilizantes o recursos para mejorar el rendimiento de las cosechas se postulan como una opción interesante.
En este aspecto destaca la estadounidense Monsanto, proveedora de productos químicos para la agricultura. La banca de inversión estima que sus ganancias crecerán más de un 43 por ciento hasta 2016 -desde 2010 han aumentado de media más de un 26 por ciento anual-. Aunque Estados Unidos sigue siendo su principal mercado, Latinoamérica cobra cada vez más relevancia en su facturación. De este modo, en 2013 ingresó unos 3.300 millones de dólares de la región, frente a los 2.500 millones de hace cinco años. Además, a la recomendación de compra que lucen sus títulos se une un potencial alcista para los próximos doce meses superior al 13 por ciento.
Otros de sus puntos fuertes es la generación de caja, que según las previsiones alcanzará este año casi los 1.000 millones de dólares, lo que supondría registrar una cifra récord. A finales del ejercicio pasado se hizo con The Climate por 930 millones, una empresa dedicada al estudio de datos meteorológicos para ofrecer seguros a los agricultores.
Y de la tierra a las manos del consumidor: "El crecimiento del consumo en los países emergentes tendrá importantes consecuencias en todos los mercados de consumo, en especial en los productos básicos. El margen de crecimiento es amplio, a la vista de que las economías desarrolladas gastan 2.041 dólares per cápita en productos de primera necesidad frente a los 207 dólares del restante 86 por ciento de la población mundial", apuntan desde Fidelity. Ante esta perspectiva las compañías de productos básicos abren la ventana a interesantes oportunidades de inversión, ya que tienen la ventaja de trabajar con recursos de primera necesidad. Hablamos de firmas como Procter & Gamble, que bajo su nombre engloba a marcas como Fairy, Ariel, Gillette, Pantene o Dodot y cuyos productos se consumen en más de 180 países. Precisamente ahí reside una de sus fortalezas, en la internacionalización. Aunque su principal mercado es Norte América, de donde procedió un 39 por ciento de sus ingresos en 2013, Asia ya supone lo mismo que el oeste de Europa, un 18 por ciento, mientras que en el resto del Viejo Continente, Oriente Medio y África obtuvo un 15 por ciento de sus ventas.
El consenso de mercado espera que en el trienio (2014-2016) su beneficio engorde más de un 23 por ciento, hasta casi 14.000 millones de dólares. Pese a que la recomendación que lucen sus títulos es de mantener, hay que tener en cuenta que este tipo de compañías, al trabajar con artículos de primera necesidad, funcionan como activo refugio cuando los mercados no van bien y suelen ser muy rentables cuando las bolsas suben. Además, las firmas de inversión creen que sus acciones aún tienen un recorrido superior al 9 por ciento, hasta los 86,95 dólares, nivel en el que sitúan su precio objetivo.
La rentabilidad de navegar en la red
Otros de los sectores más prometedores es el de Internet, ya que la evolución tecnológica adquiere cada vez más relevancia. Es más, según Cisco, en 2017 habrá cerca de 3.600 millones de usuarios de Internet, más del 48 por ciento de la población mundial prevista (7.600 millones), un aspecto que potenciará las posibilidades de todas aquellas compañías relacionadas con la red. Quizás una de las empresas que mejor define el éxito en Internet es priceline.com. La compañía -que forma parte de la cartera de elMonitor-, dedicada a la búsqueda y reserva de la mejor oferta para viajar, es una de las grandes favoritas del sector, ya que un 80 por ciento de los expertos que la siguen aconseja adquirir sus títulos.
Y no es de extrañar, dada la impresionante evolución de la firma. En 2013 registró unas ganancias un 33 por ciento superiores a las de 2012, batiendo las previsiones de los analistas en un 1,6 por ciento -desde 2005 ha superado las estimaciones de los expertos-. Una tendencia que se espera que mantenga, ya que las previsiones apuntan a que sus ganancias crecerán entre 2014 y 2016 un 103 por ciento.
Interesante también son los fundamentales que defiende Facebook. Como la mayoría de estas compañías, una de sus virtudes reside en la caja que se espera que en 2014 supere los 13.000 millones de dólares. Una posición de tesorería que le ha permitido, entre otras cosas, hacerse con el exitoso servicio de mensajería WhatsApp por 19.000 millones de euros. Eso sí, a pesar de que las previsiones apuntan a un beneficio creciente, el PER que se paga por ella todavía es elevado, 50,7 veces. Fuera de las redes sociales y de las tiendas online el mejor sinónimo de evolución es Google. El que comenzara siendo un buscador de Internet es hoy en día uno de los grandes referentes del negocio en la red. Una sólida recomendación de compra, un sostenido crecimiento de los beneficios o una importante posición de caja forman parte de su carta de presentación. De hecho, los expertos prevén que en 2016 su tesorería supere por primera vez los 100.000 millones de dólares. También brilla su margen de beneficio, ya que aproximadamente de cada 100 dólares ingresados transforma 30 dólares en ganancias. A este lado del Atlántico destaca la compañía de software noruega Opera Software. De mediana capitalización, se espera que duplique sus ganancias en los próximos tres años hasta los 119 millones de euros, la misma progresión que se estima para su caja. Además, cuenta con el apoyo del consenso de mercado con un consejo de compra.