
Reajusten sus carteras, apriétense bien fuerte el cinturón y sobre todo intenten adaptarse lo máximo que puedan -si es que no acaban de ver claro en qué valores pueden invertir en los próximos meses dado el clima que se respira en los mercados- a lo que haga su índice de referencia...
Ésa bien podría ser la recomendación que en los últimos días corre entre los gestores de fondos que, ante la tormenta, y dado que no pueden saltarse las limitaciones que tienen a la hora de invertir el patrimonio de sus productos, no les queda otra solución que ligarse a lo que haga su índice de referencia. ¿Y cuál es la manera más sencilla de hacerlo? Pues invirtiendo en los ETF (fondos cotizados) que repliquen el sector, o el índice que sea su benchmark. Así se ligará a él, para evitar que "las pérdidas del fondo sean superiores a las del índice", explica Francisco López, responsable de formación de productos cotizados de SG en España.
Más dinero de lo normal
Una iniciativa que tiene otras consecuencias, como es que el volumen de negocio de estos productos suele aumentar, como ocurrió ayer. Victoria Ros, directora de Renta4.com explica que le sorprendió ver como ayer por la tarde en el mercado Amex norteamericano -es el tercer parqué por detrás del de Nueva York y el Nasdaq y en él cotizan tanto empresas norteamericanas como fondos cotizados- en el ranking de valores más negociados sólo figuraban ETF, una circunstancia que para esta experta no "es habitual".
Lyxor, del grupo Société Général, el principal emisor de estos productos en el parqué español, si bien reconocía que aún no tiene datos sobre si la negociación ha aumentado con la crisis que atraviesan las bolsas, apunta que es habitual que en momentos de mucha volatilidad, como el actual, la negociación de los fondos cotizados se dispare.
"Durante las turbulencias del mes de agosto, la negociación de los ETF que tenemos cotizando en Euronext pasó de los 260 millones de euros diarios a los 330 millones", apunta Francisco López que explica lo ocurrido por un aumento de la actividad de los inversores institucionales. "Cuando el mercado cae los gestores buscan que la rentabilidad de su cartera sea la misma que la de su benchmark", relata. Así, si en el mercado AMEX estadounidense, eran los ETF los que movían más dinero, no se intercambiaban de mano solamente participaciones de fondos cotizados tradicionales. Las apuestas bajistas también eran claras.
Aunque al cierre de la bolsa española, el ETF que acumulaba mayor negociación en el mercado estadounidense AMEX era el que intentaba replicar la evolución del S&P 500 -un fondo alcista-, los inversores que esperan más caídas de los índices de norteamericanos también estaban muy activos. Tanto, que en la lista de valores más activos en este parqué, tres eran fondos cotizados inversos.
Ganar en los malos tiempos
Esta variedad de fondos cotizados obtienen rentabilidad cuando los mercados caen, porque se comportan al revés del índice. Y los inversores norteamericanos apostaban ayer por su versión de más riesgo. Los tres productos con mayor negociación de esta gama -el Ultrashort S&P500, el UltraShort Russel 2000 y el Ultrashort Dow30- son bajistas agresivos.
Es decir, que cuando el S&P500, el Russell 2000 o el Dow Jones de industriales (que son sus índices de referencia) se dejan un punto porcentual, estos ETF ganan un dos por ciento. Es una apuesta muy agresiva, ya que por su estructura si el índice sube un punto porcentual, el fondo cotizado pierde el doble. Son muy útiles, sin embargo, cuando los mercados caen -en el último mes estos tres ganan más de un 20 por ciento-. En España, comercializan ETF inversos algunos brokers como Renta4 o Bankinter.