Fondos

Merrill Lynch asusta sobre el futuro: refleja el mayor pesimismo sobre el beneficio empresarial en diez años

Pesimistas, pero no catastrofistas. Ésta podría ser la síntesis de la encuesta mensual que lleva a cabo el banco de inversión Merrill Lynch y TN Sofres entre las gestoras de fondos. En el sondeo de diciembre, elaborado entre casi doscientas firmas, hay varios datos preocupantes.

El 62 por ciento de los encuestados cree que la economía mundial sufrirá un cierto deterioro en el próximo ejercicio, y un 12 por ciento opina que se debilitará mucho. Es decir, un 74 por ciento de las gestoras que han contestado a Merrill Lynch creen que lo sucedido en 2007 pasará factura al crecimiento global de la economía el año próximo.

Sin embargo, las voces que se han alzado proclamando el inicio de una recesión mundial no coinciden con las gestoras a las que ha tanteado Merrill. De hecho, sólo el 3 por ciento cree que se producirá, y otro 10 por ciento cree que es posible, frente al 57 por ciento que piensa que es improbable y el 28 por ciento que ve casi imposible que asistamos a una recesión global de la economía.

Menos beneficios

Los gestores, además, ven claro que los beneficios de las compañías se van a resentir a nivel mundial en 2008. Así, el 58 por ciento de las firmas considera que el próximo ejercicio las empresas van a ganar menos, y el 15 por ciento cree que sus ganancias se van a reducir notablemente. Estos datos, los peores en los últimos diez años, contrastan con el 13 por ciento que cree que veremos cierta mejoría en los beneficios de las compañías. Y, en el caso de que ésta se produzca se deberá, por este orden, a la reducción de costes de producción, al mayor volumen de negocio y al aumento de precios de venta.

Además de ser pesimistas con las ganancias, los gestores también ven peligrar los márgenes de las empresas en los próximos doce meses. Así, nada menos que el 63 por ciento de los encuestados cree que los márgenes de las compañías se entrecharán, frente al 7 por ciento que opina que se dilatarán.

Esperanza en el 'decoupling'

A pesar del pesimismo general, el sondeo de Merrill Lynch refleja la esperanza que tienen los gestores en que se produzca un decoupling, es decir, un fenómeno de descorrelación entre lo que pasa en Estados Unidos y el resto del mundo. Este término se viene utilizando, sobre todo, para explicar lo que ha sucedido en los mercados emergentes en 2007, que apenas han notado el impacto de una crisis crediticia que parece cebarse con las economías más desarrolladas del mundo.

Quizá sea por ello, por lo que gran parte de las gestoras prefieren activos "de crecimiento", como la inversión en mercados emergentes, frente a activos "de valor", como los servicios financieros. Pese a todo, tampoco conviene bajar la guardia con este tipo de inversiones. Tal como comenta David Bowers, consultor independiente de Merrill, "el pesimismo que existe en torno a las perspectivas de la economía mundial sugiere que 2008 será el año en que la teoría del decoupling pase su exámen más duro".

Las bolsas gustan más

A pesar de las preocupaciones y de los problemas que ha atravesado la renta variable mundial en 2007, los gestores la siguen prefiriendo a la renta fija. De hecho, el 13 por ciento de los encuestados considera que las compañías cotizadas están, en líneas generales, infravaloradas, mientras que el 43 por ciento piensa que los bonos están sobrevalorados.

Pero no todas las bolsas les resultan igual de atractivas a los gestores. Si nos fijamos en la parte regional de la encuesta, en la que han participado 172 gestores, el 27 por ciento tiene intención de reducir sensiblemente su exposición en los próximos tres meses a los valores norteamericanos; el 31 por ciento a la bolsa británica; el 21 por ciento a las compañías de la eurozona; y el 22 por ciento a la renta variable japonesa. Frente a esto, un 36 por ciento podría aumentar su presencia en los mercados emergentes en el primer trimestre de 2008.

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