Fondos

"Muchos se han creído más listos que el mercado con los monetarios dinámicos"

Jorge Sanz, consejero delegado de Atlas Capital. Foto: Archivo
Prohibido hablar en términos especializados a los clientes". Ésta ha sido una de las últimas reglas establecidas por Jorge Sanz en Atlas Capital. El consejero delegado de esta firma independiente cree básico ser claro en la explicación de cada fondo a los clientes para evitar que inviertan en riesgos que en realidad no quieren asumir.

Esta filosofía, en su opinión, ha permitido a Atlas sortear las salidas masivas de dinero de fondos desde verano -sobre todo en los dinámicos- y cerrar el año con un crecimiento del 35 por ciento en su negocio para particulares y del 12 por ciento en el de instituciones; mientras en clientes crece el 14,5 por ciento, hasta contar con 1.890.

¿Cómo ve el escenario por el que atraviesan las bolsas?

Los mercados están en un momento de cambio, de consolidación. Se mueven siempre de un modo pendular y periódicamente se cometen excesos. La situación desde el punto de vista económico no es tan mala como a finales de 1999. En 2000 el PER del Ibex llegó a estar en 40 veces, y ahora está a 14 veces. Aunque eso no quiere decir que vaya a seguir subiendo. Probablemente no lo haga porque el PER de 2008 será peor.

¿Por qué?

La actividad se va a ralentizar por la crisis de EEUU. Los bancos, como consecuencia de los impagos de hipotecas, han restringido el crédito, no sólo a los ciudadanos, sino también a las empresas para financiar sus proyectos. Y esto va a provocar una reducción en los beneficios. Pero nadie piensa que se vayan a desplomar y por eso hace que todavía no se haya materializado la crisis en las acciones.

¿Y cuándo se reflejará?

Veremos qué ocurre en el primer semestre del año, en el que iremos conociendo datos macroeconómicos malos y los mercados pueden caer. Pero para el verano deberían empezar a recuperarse y acabar el año subiendo un 8 ó un 10 por ciento. El primer semestre será calentito y la situación será más problemática para la bolsa española, que ahora está sujetada por los cinco grandes valores. En Europa la caída puede ser mucho más liviana. La bolsa tiende a subir a largo plazo, pero no como si fuera un fondo monetario, se cometen excesos.

Lo malo sería que creciera como los monetarios dinámicos, los más castigados por la crisis. ¿Qué opina de ello?

Los tipos de interés tan bajos de los últimos años han provocado que quienes nos dedicamos a asesorar a las familias nos hemos escurrido la cabeza para crear productos distintos. Y quizá no los hemos explicado bien. Con los monetarios dinámicos o fondos de retorno absoluto, hemos dicho al cliente: esto trata de superar el euribor en más 300 puntos básicos y obtener ganancias en cualquier mercado. Pero las estrategias para sacar esa subida adicional invertían en riesgo como las titulizaciones de hipotecas de alto riesgo. Luego ha venido el hachazo. 2007 ha sido un año muy malo para la clientela de banca privada por las rentabilidades.

¿Por eso salen 16.000 millones en España de fondos desde verano?

Sí, porque el cliente ha perdido dinero donde no espera hacerlo: en los fondos más conservadores. Casi todo el mundo que estaba en este sector se ha creído que se podía ser más listo que el mercado. Pero en renta fija, si obtienes más del precio oficial del dinero, estás asumiendo un riesgo y tienes que decírselo a los clientes. Quienes han inventado el producto han pensado que han cuadrado el círculo. Si en Atlas no hemos tenido problemas es porque nuestros clientes sabían que estos fondos tenían riesgo.

¿Qué se puede hacer para recuperar la confianza del inversor ahora?

La bondad del negocio financiero viene de la falta de memoria histórica de los clientes. En España, muchas familias que entraron en bolsa por primera vez en los años 70 perdieron hasta la camisa. Pero luego volvieron y lo mismo pasó con la crisis de la tecnología en 2000. Ahora se han ido mucho a los depósitos, porque ya no quieren hablar de monetarios. Ni dinámicos ni pasivos. Pero volverán porque la gente tiene tantas ganas de hacer dinero que crea una tendencia natural a olvidar lo malo.

¿Y en los fondos de acciones?

Esta vez aquí no se ha cometido ninguna locura, como con los fondos tecnológicos a finales de 1999. Se tienen bastante bien estructurados los ahorros por sectores y por productos. Con lo que hay más intranquilidad es con los fondos conservadores.

¿Cómo ve, en el entorno de la crisis crediticia, a la banca española?

Nadie se fia. Todos dicen mi balance lo veo bien, pero no sé el del otro como está, así que no le presto dinero. Esta desconfianza no está justificada salvo en algunas cajas de ahorro, sobre todo del Levante, y algún banco que pueda estar más pillado en temas hipotecarios e inmobiliarios. La banca española es tradicional, si dan una hipoteca a un pobre es porque puede pagarla. El único problema sería que subiera el paro de un modo brusco.

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