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Una planta solar con la que ganar un 10% anual para los clientes 'VIP' de BBVA

El cliente de BBVA debe disponer de 700.000 euros para ser titular de una huerta de 100 kilovatios.
Hay grandes patrimonios que pagan por viajar a la luna, otros que se compran una isla y otros que prefieren comprar promociones inmobiliarias o plantas fotovoltaicas para diversificar su patrimonio. Ésta última opción es la que ha acaba de proponer BBVA Patrimonios a sus clientes VIP de banca privada, con más de dos millones de euros, tras llegar a un acuerdo con Gamesa, propietaria de una planta en La Gineta (Albacete).

¿Cómo se compra esta energía del futuro? El cliente debe disponer de 700.000 euros para ser titular de una huerta de 100 kilovatios (KW), de un total de 3,8 megawatios (MW) de los que dispone la planta solar. Es decir, que esta primera iniciativa cuenta con 38 inversores. "Estos proyectos suelen contar con una sobredemanda, por lo que, con toda probabilidad, repetiremos el proyecto, basta con tener un socio como Gamesa", explica Alberto Calvo, director de Planificación Patrimonial y Family Office de BBVA Patrimonios.

Una de las claves de este proyecto empresarial ha sido su estructura financiera, en la que cada inversor aporta el 20 por ciento del importe de su planta y el 80 por ciento restante es financiado por BBVA, indica la entidad.

¿Qué rentabilidad ofrece? Una de las ventajas con las que cuenta este tipo de inversiones es que "no van pegadas al ciclo económico, por lo que no están sometidas a los altibajos del mercado", indica Calvo. Por esta falta de dependencia, la filial de BBVA predice que los inversores ganarán alrededor del 10 por ciento anual. Eso sí, Calvo quiere hacer hincapié en que es un buen vehículo para diversificar: "No recomendamos invertir más de un 5 por ciento en esta planta fotovoltaica, ya que en total nuestro consejo es que las inversiones ilíquidas, como ésta, no representen más del 25 por ciento de la cartera del inversor", indica el directivo de BBVA Patrimonios.

Más proyectos

El proyecto de plantas fotovoltaicas se enmarca en la especialidad de banca privada de BBVA Patrimonios, que promueve el desarrollo de productos y servicios que complementan y ayudan a diversificar la oferta financiera tradicional de banca privada.

Junto a la energía solar, BBVA Patrimonios diversifica la cartera de sus clientes con otras inversiones. Por ejemplo, hace casi tres meses la entidad puso en marcha tres sociedades anónimas para que sus clientes accedieran al mercado inmobiliario mexicano, el nuevo Dorado de los promotores.

Estas sociedades prometen rentabilidades anuales del 15 por ciento y exigen paciencia, ya que son inversiones ilíquidas. Eso sí, menos que la inversión en plantas fotovoltaicas, ya que no se baraja la posibilidad de recuperar el dinero. "Directamente, el cliente compra una parte de la planta, no es una inversión para rescatar en un plazo determinado", según Calvo. Una propuesta inmobiliaria que se unía a la que ya tiene la filial de BBVA en Alemania.

¿Es posible llevar el éxito de las placas fotovoltaicas a inversores particulares? De momento, la entidad no contesta.

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