Fondos

Los fondos de renovables cotizan a la baja: pierden el 10% en tres semanas

La próxima salida a bolsa de Iberdrola Renovables, la mayor colocación de acciones en el mercado español en una década, ha hecho saltar a la actualidad el sector de las energías alternativas, pero éste no pasa precisamente por su mejor momento.

Así se refleja en los fondos que invierten en compañías especializadas en los llamados combustibles limpios, que aunque todavía visten fuertes avances en 2007, en las últimas semanas han sufrido descensos superiores al 10 por ciento desde sus máximos anuales.

Los fondos más sacudidos por la presión vendedora eran hasta ahora los más rentables, según datos de Morningstar. El caso más evidente es el SAM Smart Energy, de la gestora suiza Julius Baer. Este producto, aunque todavía avanza cerca de un 40 por ciento en el año, se ha dejado un 13 por ciento desde el máximo que marcó el 8 de noviembre.

Sorpresas... desagradables

El retroceso ha pillado desprevenidos a sus gestores, que en su comentario de final de octubre aseguraban que "las perspectivas generales del mercado siguen siendo muy positivas" y que, "sobre todo del sector solar cabe esperar nuevas sorpresas positivas". Sorpresas ha habido, pero no precisamente positivas. Su mayor inversión a cierre de octubre, la compañía solar estadounidense Trina, con un 6,2 por ciento de la cartera, ha perdido casi la mitad de su valor en las últimas tres semanas.

El castigo al sector solar también lo ha sufrido el Vontobel Global Trend New Power, fondo que ha perdido un 10,6 por ciento desde su nivel más alto. Este producto tenía en este tipo de compañías sus tres mayores inversiones de la cartera, todas alemanas, en las que tiene casi un 12 por ciento: Q-Cells pierde desde el 8 de noviembre cerca de un 17 por ciento, Solarworld se deja un 24,3 por ciento y Solon se desploma un 27 por ciento.


Algunas de estas empresas se encuentran también en uno de los fondos mejor considerados del sector y que, de hecho, cuenta con la tercera mejor nota que otorga la agencia Standard & Poor´s de calidad en la gestión, que no por ello se ha librado de la fuerte recogida de beneficios que han sufrido las empresas de energías renovables en noviembre. Así, el Merrill Lynch New Energy ha perdido un 11,4 por ciento desde máximos, aunque gana un 30 por ciento en el ejercicio.

El lastre de la energía eólica

El lastre más pesado de este producto, sin embargo, no ha sido la energía solar, sino la eólica. A cierre de septiembre este producto tenía cerca de un 11 por ciento de la cartera, en la danesa Vestas y en la española Gamesa. Los descensos también han sido bruscos en ambos valores. La primera retrocede un 17 por ciento desde máximos y la segunda, un 21,8 por ciento.

Y todo esto de hecho, a pesar de que el petróleo ha proseguido con su escalada hasta casi rozar los 100 dólares el pasado miércoles. Este factor debería ser toda una ayuda para el sector como razonan en su último informe Robin Batchelor y Poppy Allonby, gestores del Merrill Lynch New Energy. En su opinión, los altos precios del crudo recuerdan "al mercado la necesidad de energías alternativas, por lo que los consumidores de energía, como las empresas de servicios públicos, comienzan a apreciar el perfil de precios seguro y menos volátil de las energías alternativas en comparación con los hidrocarburos tradicionales", decían.

Los fondos con menor dependencia de renovables y mayor de petroleras tradicionales no han sufrido tanto. En general, todos se han situado por debajo del 10 por ciento, gracias a su mejor resistencia ante los momentos difíciles.

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