
Imagínese que hoy se ha tomado el día libre y se ha ido a la montaña a hacer senderismo. De repente, para su desgracia, arranca a llover con intensidad, lo que le deja dos opciones: volverse a casa y pasar el día tranquilamente leyendo un libro o enfundarse un chubasquero y empezar a caminar a paso lento hasta que escampe.
Los inversores en fondos se enfrentan estos días a un dilema similar. Parecían unas jornadas de campo y playa tras las fuertes subidas de la semana pasada en bolsa, que terminaron con el Ibex por encima de los 15.500 puntos. Sin embargo, estas sesiones tanto la renta variable como la fija han caído a pulso. ¿Qué hacer?
¿El riesgo del confort?
En este caso, irse a casa equivaldría a meterse en fondos monetarios o garantizados, que aseguran pasar el día tranquilo viendo la lluvia desde la ventana. Pero claro, si las caídas sólo son una tormenta pasajera -lógica tras tantos días de buen tiempo en los mercados- cuando escampe a media mañana, quizá sea demasiado tarde para ir a la montaña.
Esto no le ocurrira si elige la opción chubasquero. Cierto que mientras sigan cayendo las acciones y los bonos puede mojarse el calzado y los bajos de los pantalones, pero en cuanto vuelvan las ganancias disfrutará del día incluso más que si no se hubiera movido, ya que las nuevas alzas dejarán más frondoso el bosque de su cartera.
En España se comercializan varios fondos que hacen muy bien esa labor de chubasquero.
Fondos para no 'mojarse'
Uno de ellos, Okavango Delta, tiene una visera que cubre tanto que no sólo le evita mojarse, sino que además le permite disfrutar mientras camina bajo la lluvia. Su fabricante, José Ramón Iturriaga, de la gestora Abante, ha conseguido subir en las dos correcciones que las bolsas han sufrido este año: en la de marzo, en el mismo periodo en que el índice Ibex llegó a caer un 8,8 por ciento de máximo a mínimo, el fondo avanzó un 3,71 por ciento; en la de abril, en las sesiones en que el índice perdió un 4,68 por ciento, subió un 1,11 por ciento.
¿Cómo lo hace? Invierte en acciones, pero tomando también posiciones en derivados para cubrir el riesgo... e incluso ponerse bajista.
Lo malo es que resulta difícil acertar en el tiempo de hacerlo, con lo cual, aunque durante las fases bajistas está funcionando bien, en las alcistas se está quedando muy atrás del mercado por la visión escéptica de Iturriaga sobre el parte meteorológico de las bolsas. Así, Okavango sólo avanza un 3,7 por ciento en lo que va de 2007.
Velociraptor, al alza
Otro producto que ha resistido muy bien los dos recortes en el año ha sido el Velociraptor de Fonditel. En el de febrero sufrió algo más porque le pilló cambiando de fabricante por la salida de su hasta entonces gestor, Cristóbal Thomas de Carranza, pero en abril, con el nuevo responsable, Íñigo Colomo, el fondo no sólo no se mojó sino que subió un 1,11 por ciento, sacándole casi cinco puntos de diferencia al Ibex en sólo diez días. Antes de la caída del martes en la bolsa, Velociraptor avanzaba un 9 por ciento en el año.
Ahora bien, de los que mejor se comportaron en las caídas de abril, destaca Long Term Investment Classic, gestionado por J. C. Jarillo y W. Scherk. En ese periodo subió un 1,7 por ciento, lo que le confirma como un fondo que se comporta bien nieve o haga sol, como muestra su subida del 32,4 por ciento en 2007.