
Hay unanimidad: la divisa estadounidense tiene que apreciarse. El monetario es la mejor opción ya que suma la esperada revalorización de esta moneda y la futura subida de tipos.
Haga memoria. ¿Cuántas veces ha oído en los últimos meses que el dólar está infravalorado y que debe apreciarse? Pues lo va a oír, en este caso a leer, una vez más. La diferencia con respecto a otras ocasiones es que ahora sí hay muchas razones para creer en una apreciación del billete verde.
La primera viene precisamente del continente cuya moneda más se ha beneficiado de la fuerte caída que acumula el dólar: Europa. La incertidumbre que desataron primero las rebajas en la calificación de la deuda de Grecia (en menos de una semana las tres principales agencias de calificación crediticia rebajaron su rating cuatro notas en el caso de S&P y Fitch, y de una en el caso de Moodys) y luego el miedo a que esta situación se extienda al resto de los países llamados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España), con déficits también muy elevados, han hecho tanto daño al euro que desde que el día en que S&P rebajó de A- a BB+ la calificación del país helénico, el 7 de diciembre de 2009, la moneda única se ha depreciado un 4,57 por ciento frente al dólar.
De nada ha valido que el primer ministro de Grecia haya prometido cambios "radicales" para reducir la deuda de su país, o incluso que sean muchos los expertos que consideran que la Unión Europea no dejará que el país mediterráneo se declare en quiebra. "Es muy probable que reciba ayudas de la Unión, que la mantengan dentro del euro y que eviten la pérdida de credibilidad de la moneda", afirman en Banca March. De momento, la moneda única sigue pagando los platos rotos de Grecia.
Pero lo acontecido en Europa no es lo único que ha animado en el último mes al dólar. También la propia economía norteamericana, que tanto perjudicó en el pasado al dólar (en 2008, perdió un 4,23 por ciento de su valor y en 2009 registró mínimos desde agosto de 2008 al intercambiarse el euro a 1,51 dólares), empieza a echar un cable. No tanto por los datos actuales, en los que en líneas generales se nota una cierta mejoría, sino por los que se espera que se publiquen en el futuro y la política económica que de ellos se derive, así como la mejora de las previsiones de crecimiento mundial ya que históricamente el dólar siempre se aprecia en este contexto. "Este año el dólar va a ser una moneda interesante, sobre todo por las dudas sobre Portugal, Grecia y España. Además hay que tener en cuenta que tanto el dólar como la libra se han depreciado mucho y eso les ha venido muy bien para su economía, por lo que deberían ser los primeros en retirar las medidas extraordinarias y en subir los tipos de interés", afirma Ignacio Cantos, de Atlas Capital.
Además, está el hecho de que la divisa norteamericana ha recuperado parte de su perfil de activo de refugio en los últimos tiempos y, aunque algunos grandes nombres como el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, defienden que el desplazamiento del dólar como divisa global de reserva es "inevitable", no parece que sea a corto plazo.
Aprovéchelo
Aunque hay mil formas a través de las cuales un inversor puede beneficiarse de una apreciación del billete verde, el camino más directo, y también más accesible para el pequeño ahorrador, es el fondo de inversión. Y, más concretamente, el producto monetario que invierte en dólares.
Este tipo de productos suelen obtener la rentabilidad por dos vías. Por un lado, de la revalorización de los activos que tienen en cartera (letras del Tesoro estadounidense en la mayoría de los casos) y por otra, del cambio que experimente la divisa, en este caso el dólar, con respecto al euro.
Pero es esta última vía la única que en realidad puede generar ganancias para el inversor, al menos en el corto plazo, ya que hay que recordar que los tipos de interés en Estados Unidos se sitúan en una horquilla entre el 0 y el 0,25 por ciento y, por tanto, las letras del Tesoro estadounidenses (tresauries) también. "Pensamos que la Reserva Federal va a tener que subir los tipos, pero somos más prudentes en cuanto al dinamismo de dicha subida y el tiempo, nunca antes del otoño, y nunca más de 50 puntos básicos", afirma Groupama.
No habrá que esperar tanto para conseguir rentabilidad vía divisa. "En los últimos meses hemos cambiado mucho nuestras perspectivas y si antes pensábamos que el euro terminaría en 1,37, ahora lo vemos en 1,30", afirma Juan Hernando, analista de Inversis Banco. En caso de cumplirse estas perspectivas, supondría una apreciación para el dólar del 8,46 por ciento. Una subida que recogería casi íntegramente el fondo monetario en dólares.
Hasta ahora, lo cierto es que estos productos no han tenido momentos demasiado estelares en los últimos tiempos. En lo que va de año, y pese a que el billete verde acumula una leve apreciación del 1,43 por ciento, son muchos los fondos monetarios que están en negativo. La causa hay que encontrarla en las comisiones. "Lo lógico sería que ningún monetario cobrara más de un 0,40 por ciento en concepto de gestión", dicen en Inversis.
Pero también hay excepciones. Por ejemplo Investec GSF US no sólo se aprecia un 0,46 por ciento en 2010, sino que se coloca como el fondo más rentable a cinco años, gracias a su 1,15 por ciento de rentabilidad anualizada. Le siguen en el ranking Dexia Money Market USD y SGAM Fund Money Market $,con ganancias superiores al 1 por ciento en este periodo. Eso sí, no se recomienda invertir en ningún caso más de un 10 por ciento de la cartera en este tipo de productos.
Aunque el fondo de inversión no es la única manera de beneficiarse de una apreciación del dólar -uno también puede abrirse una cuenta corriente en dólares o comprar un ETF que replique el comportamiento de esta divisa, por ejemplo-, sí es el vehículo más idoneo, sobre todo, desde el punto de vista fiscal, que tiene el pequeño inversor para hacer trading. La razón es simple: los traspasos entre fondos están exentos de pasar por Hacienda, por lo que si llega un momento en el que no ve más potencial a su fondo monetario en dólares, siempre puede traspasarlo a otro producto, sin que tengan que sufrir sus ganancias ningún tipo de retención.
Otras posibilidades
Si es usted un inversor de fondos, compruebe si el producto que tiene contratado tiene una clase en dólares y otra en euros (la mayoría de las gestoras extranjeras lo tienen), ya que a través de un simple traspaso podrá cambiar de divisa, previo pago, eso sí, de una comisión de tipo de cambio, que suele ser muy similar a la que se paga cuando se cambian divisas.
Si no es inversor de fondos, pero quiere serlo, bastaría con que a la hora de contratar un producto elija un fondo denominado en dólares. Los hay de renta fija, bolsa, deuda corporativa, materias primas... De esta manera no sólo se beneficiará del comportamiento que tenga el activo en sí, sino también de la apreciación de la divisa. Pero, ¡ojo!, porque también hay fondos de inversión denominados en euros que invierten en dólares, por lo que a lo mejor ya se está beneficiando de ello sin tan siquiera saberlo. Un consejo: pregunte a su gestora o banco.