
La crisis ha enseñado a los inversores la importancia de informarse bien sobre dónde está metido su dinero. "El inversor ya no es tonto", afirma Ricardo Sánchez-Seco, gestor de fondos de Gestiohna, firma de asesoramiento financiero que ha recibido a buena parte de todos los ahorradores que salieron escaldados de las gestoras ligadas a entidades financieras.
¿Qué está demandando ahora mismo el inversor conservador? ¿Se atreve con la renta variable?
No. Casi nunca demandan renta variable, sino preservar el capital, conseguir una rentabilidad digna. Sobre todo, el inversor conservador te juzga porque no pierdas dinero, por no aprovechar oportunidades y por ver su cartera en negativo, no tanto por las rentabilidades que consigas. El año pasado estuvieron posicionados en fondos monetarios básicamente y ahora mismo les estamos llevando a renta fija corporativa, bonos convertibles y fondos de retorno absoluto.
¿Han recibido este año muchos clientes de depósitos?
Claro. Este año estamos incrementando el volumen. Ahora, por ejemplo, llevamos 2 millones de euros en positivo en captación neta. El año pasado todas las entidades sufrieron pérdidas patrimoniales porque la competencia de los depósitos era muy fuerte y era muy difícil batirlos para los inversores conservadores. Pero este año, cuando han ido a renovar el depósito, han visto que la rentabilidad es nimia y entonces vuelven al redil.
Y el inversor que antes sólo compraba ladrillo, ¿también está volviendo al redil?
Sí, está buscando alternativas. Nosotros estamos muy cerca de esos inversores, porque la mayoría de nuestros clientes son arquitectos. Ahora hay muchos pillados que bastante tienen con deshacerse de lo que tienen y pagar sus deudas y otros que son conscientes de que el mercado inmobiliario en España no tiene mucho futuro. El que no busca alternativas fuera, en emergentes, nos busca a nosotros.
Ofrecen un modelo de arquitectura abierta pero, ¿qué requisitos tienen en cuenta a la hora de seleccionar un fondo u otro?
La primera condición es que esté en CNMV, que sea traspasable, es decir, que tenga los 500 partícipes, y luego ya miro el mercado en el que invierte y si éste tiene una tendencia alcista, es una categoría de fondos en la que se podría invertir. Luego busco el vehículo mirando el equipo gestor, los resultados que ha tenido en épocas difíciles y me fijo en él tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Sólo así se suelen elegir buenos productos.
En la selección de fondos, ¿recomendaría uno que invierta en preferentes?
Nunca. Ni a través de fondos, ni directamente. Las acciones de preferentes ni son acciones ni son preferentes. Los bancos necesitan recapitalizarse, pero la gente tiene que pensar que si te dan un 7%, es porque pasa algo raro.
La quiebra de Lehman dejó a muchos clientes de grandes bancos insatisfechos. ¿Les ha beneficiado?
Los inversores que están decepcionados son los de banca privada, no el inversor de sucursal. Hay inversores que están temerosos, pero hay otro tipo de inversor que está muy quemado por su banca privada porque les ha pillado Madoff, Lehman y han perdido mucho en bolsa, lo que aumentará la demanda de asesoramiento independiente.
Pero parece que las grandes gestoras se están poniendo las pilas: bajan las comisiones, registran diferentes clases de un mismo fondo...
Lo que está haciendo la industria española es mejorar su competitividad. Hasta hora era una industria muy cerrada y muy poco preocupada por los intereses de los inversores, sino más por los de la entidad. Muchos productos son muy poco competitivos en términos de comisiones y son poco rentables porque están muy mal gestionados. Los partícipes ya no son tan tontos y la nueva generación inversora ya sabe de qué va esto.
¿Buscan así también una internacionalización?
Sí, sin duda. El problema del mercado español es que está totalmente bancarizado y las redes controlan cada esquina de cada pueblo, pero los grandes bancos se están dando cuenta de que no es un negocio que sea rentable para ellos y por eso lo quieren vender.
Por eso los asesores independientes tenemos ahora mucho recorrido que hacer. Igual que cuando te vas a comprar un coche te gusta probarlo, con la inversión es lo mismo: necesitas a un experto que te vaya guiando.