Fondos

"No todos los convertibles que debían ser vendidos lo fueron"

Michel Fest, gestor de RMF. Foto: Fernando Villar

La historia de RMF es la que muchos expertos pronostican para el mercado de convertibles. Empezó a principios de los años 90 como un hedge fund que hacía arbitraje de bonos convertibles, precisamente una de las prácticas que causaron tantos problemas en 2008 a este mercado. Pero poco a poco quiso profundizar en el terreno del long-only -tomar sólo posiciones al alza en este activo-, y a día de hoy es una firma que gestiona más de 19.000 millones de euros, de los que 6.000 millones corresponden a productos long-only. Charlamos con Michel Fest, uno de sus gestores, sobre los secretos y oportunidades que se esconden en los convertibles.

¿Cómo le explicaría qué es un bono convertible a un partícipe que nunca ha invertido en estos fondos?

Pues los convertibles son básicamente un bono que tiene incorporada una call option, u opción de conversión en acción. Así, tienes la protección de tu capital en la parte de la renta fija, que te la proporciona el suelo de valor teórico del bono, y la posibilidad de convertir ese papel en títulos de renta variable. Así, si las acciones suben en el tiempo que tengas el convertible, este activo también se ve beneficiado.

¿Cuáles son los principales riesgos que entraña este activo?

Nunca se debe olvidar que los convertibles son en el fondo bonos corporativos, por lo que tienen cierto riesgo de crédito. Nuestros fondos invierten en papel en el que el componente bono supone de un 30 a un 70 por ciento del título. Si te quiebra una compañía que tienes en cartera, el componente deuda de convertible puede perforar su suelo. Sin embargo, puestos en este peor de los casos, siempre es mejor ser bonista que accionista de una compañía en quiebra, ya que ocupas un lugar más elevado en la estructura de capital y puedes recuperar parte de tus activos.

¿Qué parte de culpa tuvieron los 'hedge funds' en el desplome que vimos a finales de 2008?

El año pasado sucedieron varias cosas a la vez. Por un lado, la renta variable cayó con fuerza, por lo que el componente acción de los convertibles sufrió en este sentido. Por otro lado, los spreads (diferenciales) de crédito se dispararon a cotas nunca vistas, ya que el miedo presionó con fuerza a la baja el suelo de valor teórico de los bonos. A pesar de todo, éstas eran consecuencias que cabía esperar de la crisis. Podíamos preveer, con el escenario en el que nos movíamos en 2008, caídas globales de entre el 15 y el 20 por ciento en los convertibles, pero perdieron mucho más, en torno al 30 por ciento. Ese 10 por ciento adicional se debió a las ventas masivas que hicieron grandes fondos de inversión libre (hedge funds), sobre todo para hacer frente a los reembolsos. De repente, el mercado se llenó de vendedores, y no había ningún comprador.

¿Podría volver a suceder algo así en este mercado?

No todo lo que tenía que ser vendido ha sido vendido. Muchos fondos libres pasaron ese papel a su side pocket (los hedge funds pueden sacar de su balance parte de los activos ilíquidos que tienen en cartera para limitar sus reembolsos). Aún quedan bonos convertibles que pueden ser vendidos en el mercado, aunque creo que es menos del 50 por ciento. Pensamos que ya hemos visto dos tercios de las ventas por parte de estos agentes, y que aún queda por liquidar otro tercio.

Eso da un poco de miedo...

Las cosas han cambiado mucho. Aunque se llegara a producir ese tercio adicional de ventas, el mercado se ha fortalecido mucho. En octubre y noviembre, la mayoría de partícipes de este mercado eran inversores institucionales, sobre todo fondos libres, y del lado de los vendedores. Pero la sobreventa de este papel ha dejado una enorme oportunidad y cada vez hay más compradores. Esta vez, si se ponen en venta esos títulos, la demanda será suficiente.

¿Entonces 2009 va a ser o no un buen año para los convertibles?

Creo sinceramente que sí. Es un mercado pequeño, y no todo el mundo está mostrando interés en él, pero a los que sí les atrae van a tener grandes oportunidades. Pienso que invertir en convertibles hoy es mejor que hacerlo en acciones o incluso en bonos coporativos.

¿Qué es lo que hay que tener más en cuenta a la hora de elegir un título u otro?

Ofrecemos fondos que invierten en todas las regiones. Tenemos una base de datos que estudia miles de bonos, y escogemos los de empresas con cierto tamaño, buena liquidez y generalmente de una madurez superior a seis meses. Utilizamos ciertos criterios cuantitativos y nos fijamos además en otros aspectos, como el rendimiento, la sensibilidad a la renta variable y el rating.

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