
La búsqueda de un diamante en África le costó a Leonardo Di Caprio la vida en Diamantes de Sangre. ¿Valió la pena entonces? A Di Caprio, sí, porque en este continente se dio cuenta de que el dinero no es lo único que importa. Pero claro, la vida no es una película y lo cierto es que los inversores que acudieron a África al calor de su supuesta descorrelación con el resto de mercados no han encontrado los diamantes que buscaban.
En España se comercializan casi una treintena de fondos que incluyen en su denominación las siglas MENA (Medio Oriente y Norte de África, por sus siglas en inglés). Ninguno está en positivo en el año.
Grandes pérdidas
"La baja correlación histórica de la región ha estado aumentando debido a la salida de inversiones extranjeras, elevados niveles de operaciones que requieren márgenes, las agresivas posiciones a la baja de los hedge funds y la necesidad de liquidez para pagar préstamos", afirma Oliver Bell, gestor de Pictet Targeted Fund MENA.
El escenario que dibuja explicaría por qué estos productos acumulan pérdidas de más del 40% a un año. Una cifra muy alejada de las rentabilidades de dos dígitos que esperaban alcanzar cuando iniciaron su periplo por tierras africanas. La caída del precio del petróleo, que representa el 32% del PIB de Abu Dabi -la región Mena controla el 62% de las reservas mundiales-, y la burbuja inmobiliaria de Dubai tampoco han ayudado demasiado a estos mercados.
De hecho, algunos fondos, como New Star Africa Fund, se han visto obligados a liquidarse tras perder más del 30% de su patrimonio debido a los reembolsos.
Aún no está pulido
Sin embargo, los expertos coinciden en que la luz en el túnel africano está mucho más cerca que la luz del los túneles de los mercados más desarrollados. Al fin y al cabo, aunque menos, el FMI espera que la región de Oriente Medio siga creciendo en tasas del 5,3%, ayudada por el crecimiento demográfico.
"La clave está en las infraestructuras, ya que las tasas de inversión en la región han sido menores que en la mayoría de economías asiáticas de elevado crecimiento y pueden aumentar", asegura Bell. Su poco desarrollo se antoja ahora como la mayor de sus virtudes. La clave está en invertir sólo en los mercados que tengan la mayor liquidez posible.
De momento, y hasta que llegue la tan ansiada explosión, los inversores pueden conformarse con perder menos que el mercado e, incluso, mucho menos en el caso de algunos productos. Por ejemplo, Fidelity Emerging Europe Middle East and Africa tan sólo pierde un 1,15% en lo que va de año frente al 21% de caída que acumula el EuroStoxx. Por regiones, su cartera está invertida en un 55% en compañías africanas como MTN, Sasol o Standard Bank y en sectores defensivos como los bienes industriales y las telecos.