La economía española entró en recesión en el cuatro trimestre del 2008, tras caer un 1,1% en tasa intertrimestral y después de registrar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, según el último boletín económico del Banco de España.
En tasa interanual la economía cayó un 0,8% entre septiembre y diciembre, como consecuencia, sobre todo, de una reducción de la demanda nacional que no pudo ser compensada por la demanda exterior neta.
Con este cierre de año, la economía creció en el conjunto de 2008 un 1,1%, cifra que, según la entidad emisora, representa una "sustancial desaceleración" en comparación con la cifra registrada en año anterior (3,7%).