El presidente de EEUU, Barack Obama, afronta en el 36º aniversario de la legalización del aborto, su primera gran prueba sobre esta materia, al tener que decidir sobre la restricción de fondos para entidades extranjeras que promueven esa práctica.
Obama ganó la presidencia con un amplio apoyo de las mujeres y defendió durante la campaña el derecho de la mujer a decidir sobre su propio embarazo, lo que causó la repulsa de los activistas contra el aborto. El mandatario reconoció que se trata de un tema "divisorio", pero volvió a defender la opción al aborto.
El dictamen de 1973 "no sólo protege la libertad y salud reproductiva de las mujeres sino que representa un principio más amplio: que el Gobierno no debe meterse en nuestros asuntos familiares más íntimos", dijo Obama en una declaración escrita. Lea aquí la noticia completa.