El Banco Santander despedirá a 400 trabajadores en los centros administrativos de su filial brasileña y del Banco Real, también propiedad de la empresa española, en el estado de Sao Paulo, informaron hoy fuentes sindicales.
La directora del sindicato de empleados de banca de Sao Paulo, Rita Berlofa, explicó que los despidos no tienen que ver con la crisis, sino con la fusión de ambas instituciones, lo que consideró "inadmisible" para un banco "en excelente situación en Brasil y en el mundo".
"El Santander anunció 'sinergias de integración que deben sumar 2.700 millones de reales' (1.135 millones de dólares). Para los banqueros, brasileños o españoles, la fusión va a traer ganancias, pero para los empleados, padres y madres de familia, sobra la tragedia y el desempleo", dijo Berlofa, citada en un comunicado.
La directora del sindicato recordó que el presidente del banco, Emilio Botín, negó el pasado octubre que la fusión de ambas entidades fuera a suponer una reestructuración, sino un "proyecto de crecimiento y de expansión, con la ampliación de hasta 400 nuevas oficinas".