A medida que las fuerzas israelíes avanzan hacia áreas más densamente pobladas en la Franja de Gaza, se multiplican las imágenes desgarradoras de niños sangrando, llorando, o sin vida, imágenes que causarán daños a largo plazo en la vida de los menores, advirtió hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Hasta ahora, más de 300 menores han muerto y unos 1.500 resultaron heridos durante la campaña militar contra Hamás. Aún si la ofensiva terminara hoy, esos chicos tendrán profundas cicatrices físicas y psicológicas por el resto de sus vidas, advirtió la organización.
El coordinador de emergencia de UNICEF en los territorios palestinos ocupados, Oscar Butragueño, explicó desde Jerusalén cuál será el legado de esta guerra en los niños. "Oír las bombas, no poder salir, ver a sus padres que están nerviosos está generando efectos psicológicos muy graves. Nos dicen que los niños ya no hablan, que se pegan a los padres, que tienen pesadillas, que no duermen, que se orinan en la cama", dijo. Los pequeños son testigos cotidianos de la violencia, que solamente genera más violencia, explicó Butragueño.