La firma de ropa infantil Adams podría ser la última en declararse en suspensión de pagos, con lo que hasta 2.000 trabajadores podrían perder sus empleos a consecuencia de esta posible quiebra, informa el Times en su edición online.
La compañía británica, con 75 años de antigüedad y que tiene en torno a 260 tiendas, ha designado a PricewaterhouseCoopers como administrador ante los tribunales. Según apunta el diario británico, esta es la segunda vez que Adams se sitúa al borde de la quiebra en dos años.
Aparte del comercio en sus propias tiendas, Adams tiene cientos de puntos de distribución y hace ropa para Boots, la cadena de farmacias de capital privado.