El primer ministro belga, Yves Leterme, insistió hoy en que el Gobierno "en ningún momento" trató de influir u obstaculizar el procedimiento judicial por la división y venta del grupo bancario y de seguros Fortis.
En un comunicado difundido tras reunirse con el Rey Alberto II para presentarle la dimisión en pleno de su Gobierno, Leterme explicó que el informe del Tribunal de Casación belga que acusa al ejecutivo de presionar al poder judicial "ha hecho imposible la continuación de la actividad de Gobierno".
Según ese tribunal, la más alta instancia judicial belga, hay "serios indicios" de que el Gobierno presionó a los jueces que debían decidir sobre la denuncia de un grupo de accionistas de Fortis para evitar un fallo desfavorable.