El presidente estadounidense saliente, George W. Bush, ofrecerá un almuerzo el próximo 7 de enero para que su sucesor, el demócrata Barack Obama, se reúna con los antiguos presidentes estadounidenses en una jornada en la que se espera que compartan experiencias e impartan consejos al mandatario electo, quien asumirá el cargo de forma oficial el 20 de enero, informó ayer la Casa Blanca.
Bush invitó al evento a los ex presidente demócratas Jimmy Carter y Bill Clinton y a su padre, George H.W. Bush. La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, aseguró en un comunicado que "el presidente quería aprovechar la oportunidad de comer con el próximo presidente y reunirse con todos las autoridades que en el pasado dirigieron la nación".
"Será una posiblidad para que todos ellos puedan discutir sobre cualquier materia, la vida en la Casa Blanca, política, y asuntos nacionales e internacionales", reza el informe. "Estos hombres comparten experiencias que nadie podría imaginar, será fabuloso que todos ellos se vuelvan a reunir", agregó.