Cuba se incorporó al Grupo de Río, un mecanismo de consulta y cooperación de en América Latina y el Caribe, una entrada celebrada por los distintos jefes de Estado y Gobierno que asistían en la cumbre celebrada en Brasil y agradecida por La Habana, que se comprometió a colaborar para lograr la integración de los países caribeños que aún no son miembros.
El presidente cubano, Raúl Castro, agradeció la decisión adoptada y enmarcó en "el momento singular que vivien América Latina y el Caribe". En este sentido, se mostró dispuesto a incorporar a toda la región y "fomentar la cooperación y la solidaridad", así como la justicia, la paz, el desarrollo o el entendimiento, entre otros conceptos.
El primer ministro de Jamaica, Bruce Holding, señaló que se tratará de "un paso más en el proceso que asegura que Cuba ocupe el sitio de dignidad que merece dentro de la región y del mundo" y, a su juicio, un avance de cara a la "integración total" de la isla en la comunidad internacional. Por su parte, el presidente mexicano, Felipe Calderón, subrayó que "es un privilegio dar la bienvenida a Cuba como miembro del Grupo de Río en esta reunión", porque su presencia "será muy valiosa para la construcción de un destino común con valores compartidos".
