El presidente iraquí, Jalal Talabani, condenó el atentado suicida perpetrado en Kirkuk en el que murieron al menos 47 personas y decenas resultaron heridas y afirmó que los "terroristas nunca serán capaces de estropear los avances en seguridad ni minar la unidad nacional".
"Con sentida pena, recibimos las noticias de la muerte y las heridas recibidas por un gran número de ciudadanos inocentes en una cobarde operación terrorista contra un restaurante lleno de la carretera Kirkuk-Arbil", indicó el presidente en un comunicado citado por el diario 'Aswat al-Iraq'.
Talabani llegó a Kirkuk poco después del atentado. Kirkuk, donde conviven árabes, turcomanos y kurdos, vive un período de gran tensión porque la región Autónoma del Kurdistán iraquí, en el norte del país, la reclama como suya.