El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha iniciado una ronda de contactos con varios senadores republicanos para intentar convencerles de la importancia que tiene aprobar el plan de rescate del sector automovilístico, después de que la Cámara de Representantes aprobara ayer un paquete que contempla 14.000 millones de dólares para ayudar a los principales fabricantes del país.
"El presidente está en contacto con varios senadores para escuchar sus preocupaciones y tratar de responder lo mejor posible a sus preguntas, para intentar convencerles de que esta medida es la más efectiva y apropiada para ayudar a que el sector sea viable a largo plazo", afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, en un encuentro con los periodistas.
Preguntada si la Casa Blanca ve opciones reales de que el plan sea aprobado de forma inminente en el Senado, Perino respondió que hay "una posibilidad realista" de que así sea. "Creemos que hay opciones de que se haga hoy mismo", indicó la portavoz, quien advirtió que con una economía "tan debilitada" en estos momentos, el país no podría soportar perder otro millón de puestos de trabajo.
