Un informe presentado en el Congreso estadounidense establece que el Tesoro -promotor del paquete de ayudas financieras de 700.000 millones de dólares- debe exigir cuentas a los bancos sobre dónde han invertido ese dinero.
El Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes divulgó la evaluación de una comisión supervisora sobre la manera en que el gobierno del presidente George W. Bush ha repartido casi la mitad de los fondos asignados, de apuro, a comienzos de octubre.
Cuando el Congreso aprobó los fondos, y otorgó atribuciones extraordinarias para su manejo al secretario del Tesoro, Henry Paulson, también creó la comisión supervisora de cuya evaluación depende la entrega de la segunda mitad del auxilio financiero.
"La comisión supervisora cree que el pueblo tiene derecho a saber cómo las instituciones que han recibido dinero público usan ese dinero", señala el informe. "Asimismo cree que el Tesoro debería ser responsable de exigir que las instituciones individuales rindan cuentas de cómo usan el dinero público", agregó.