
Los demócratas del Congreso y la Casa Blanca han logrado un acuerdo sobre un plan de ayuda de emergencia que irá destinado a las empresas estadounidenses fabricantes de automóviles y que, según avanzaron dos colaboradores legislativos bajo el anonimato, supondrá un desembolso de entre 15.000 y 17.000 millones de dólares.
Este paquete de medidas llega después de que los ejecutivos de los gigantes automovilísticos General Motors, Ford y Chrysler pidiesen ayuda a las autoridades.
Sin embargo, se tendrán que conformar con alrededor de la mitad de los 34.000 millones de dólares requeridos.