El presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su rival Geraldo Alckmin se enfrascaron el lunes en un áspero debate televisado de cara a la segunda vuelta de los comicios de Brasil, en los que el actual mandatario es amplio favorito a conquistar la reelección. En el penúltimo choque frente a frente previo a la votación del domingo, transmitido por TV Record, Alckmin retomó el tono agresivo que exhibió en el primer debate y abandonó en el segundo, luego de serle electoralmente poco redituable. Alckmin volvió a traer al tapete escándalos de corrupción, particularmente los que sacudieron al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, y acusó al actual gobierno de impulsar un escaso crecimiento económico del país, temas recurrentes en su campaña.
Lula, con tono irónico, indicó que algunos de los más graves escándalos -como el llamado de los 'chupasangres' por involucrar compras sobrefacturadas de ambulancias- comenzaron durante el anterior gobierno, de Fernando Henrique Cardoso, que como Alckmin pertenece al PSDB. 'La diferencia fundamental es que no hay una sola denuncia que no haya sido investigada', agregó Lula, indicando también que cuando Alckmin fue gobernador de Sao Paulo bloqueó la formación de numerosas comisiones legislativas de investigación.