Chrysler solicitó al Congreso un "préstamo puente" de 7.000 millones de dólares para hacer frente a su crisis de liquidez, en el marco de un plan de reestructuración y viabilidad a largo plazo.
Chrysler presentó el plan para completar la reestructuración iniciada en 2007, después de que lo hicieran Ford y General Motors, como condición para que el Congreso comience a estudiar una estrategia de rescate de la industria automotriz, de la que dependen alrededor de cinco millones de empleos en EE.UU.
La empresa, que delineó su plan en 17 páginas, espera recibir ese préstamo a más tardar el próximo 31 de diciembre. Chrysler dijo que solicitó el préstamo para hacer frente a "una deficiencia" de liquidez y de capital para las operaciones a corto plazo que, a juicio de la empresa, se crearon por la "tormenta perfecta" de una caída en la demanda, la crisis financiera y la congelación de crédito, y la crisis económica global.