Los empresarios italianos que conforman el consorcio CAI comprarán la compañía de bandera italiana, Alitalia, por 1.052 millones de euros, de los que 427 millones servirán para adquirir activos y 625 para saldar la deuda.
La nueva compañía de bandera italiana despegará el próximo mes. Aprovechará los activos que todavía son rentables de Alitalia, como 'slots' y aviones, pero se tratará de una aerolínea nueva, cuya propiedad ya no será del Gobierno sino que estará en manos privadas.
Termina así el largo y tortuoso proceso de privación iniciado hace dos años por el entonces Gobierno de Romano Prodi (centro-izquierda) y continuado por Silvio Berlusconi (centro-derecha), no sin que faltaran las polémicas. Poco antes de las elecciones que se celebraron el pasado mes de abril y después de varios intentos fallidos de venta, el Gobierno Prodi había conseguido llegar a un principio de acuerdo con la compañía franco-holandesa Air France-KLM.