La compañía química alemana Basf, la mayor empresa del sector a nivel mundial, anunció hoy que cerrará 80 de sus fábricas en todo el mundo y reducirá la producción en otras 100 plantas para adecuar su actividad a la caída "masiva" de la demanda, lo que afectará a unos 20.000 empleados de la multinacional en todo el mundo.
Basf indicó que los ajustes serán llevados a cabo principalmente en sus unidades vinculadas al suministro de productos para los sectores del automóvil, la construcción y el textil.
El consejero delegado de BASF, Jürgen Hambrecht, achacó esta medida al difícil entorno que enfrentan y añadió que la compañía "no logrará alcanzar en 2008 el excelente resultado bruto de explotación del año anterior y es difícil prever como se desarrollará el próximo ejercicio".
"BASF se prepara para tiempos duros", añadió Hambrecht, quien indicó que sus volúmenes de ventas se han visto negativamente afectados por la creciente reducción de pedidos y la escasez de crédito para las empresas a las que suministra sus productos.
