Los países con baja inflación pueden recortar las tasas de interés para ayudar a prevenir los efectos negativos de la crisis crediticia mundial, pero se necesita un estimulo fiscal a gran escala, afirmó hoy el subdirector gerente del FMI, John Lipsky.
En un discurso ofrecido a estudiantes de la Universidad Johns Hopkins, Lipsky explicó que estudios del Fondo han determinado que se justifican estímulos fiscales globales en el orden del 2 por ciento del Producto Interior Bruto. "Con la inflación retrocediendo, muchas economías avanzadas y emergentes pueden aliviar la política monetaria. Hablando en general, no obstante, es probable que el alivio monetario sea menos efectivo para estimular la demanda mientras las condiciones financieras permanezcan turbulentas", agregó.
La crisis financiera global, que proviene del colapso del mercado inmobiliario de Estados Unidos, ha provocado que los principales bancos -incluidas la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra- recorten agresivamente las tasas en un intento inútil por evitar la recesión. Los datos de la economía ya han indicado que la zona del euro se encuentra en una recesión, con las economías británica y estadounidense encaminándose en la misma dirección.