En un intento por reducir costes ante la crisis económica mundial, la compañía estadounidense ha anunciado que reducirá su plantilla en un 10%, lo que supone despedir a unas 7.000 personas.
Además, American Express congelará los salarios y fenará las nuevas contrataciones. Con estas iniciativas, la compañía pretende reducir costes y ahorrar unos 1.800 millones de dólares en 2009.
La pasada semana, American Express anunció que sus beneficios se habían reducido un 24% hasta 815 millones de dólares, lastrados por por una baja sensible de los gastos de los titulares de las tarjetas de crédito en Estados Unidos y en el exterior.