El presidente Luiz Inácio Lula da Silva fracasó por poco en alcanzar su reelección directa en los comicios brasileños del domingo, golpeado por un escándalo de corrupción que involucró a su propio partido días antes de terminar la campaña electoral. La definición sobre quién será el presidente de Brasil en los próximos cuatro años quedó para una segunda ronda el 29 de octubre, entre Lula y el opositor socialdemócrata Geraldo Alckmin, informó el Tribunal Superior Electoral (TSE). Lula, quien hasta hace menos de una semana era favorito a ganar en la primera vuelta, obtuvo el domingo un 48,65% de los votos válidos, rozando la mayoría absoluta que lo hubiera reelecto. Alckmin logró un 41,58%, escrutados el 99,2% de los sufragios. "Incluso si todos los votos válidos por contabilizar se le atribuyeran a Luiz Inácio Lula da Silva, no ganaría la mayoría absoluta", dijo a la prensa el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Marco Aurelio Mello.