La cotización del petróleo se desplomó un 28% en el tercer trimestre, lo que constituye su mayor bajada trimestral desde 1991. Dos han sido los factores claves para esta caída: la preocupación de que la desaceleración del crecimiento económico va a reducir la demanda internacional y la apreciación del dólar.
El petróleo de tipos West Texas, de referencia en Estados Unidos, osciló 56 dólares entre su máximo y su mínimo del trimestre. Alcanzó un récord de 147,27 dólares el barril el 11 de julio y después se replegó hasta los 90,51 el 16 de septiembre.
"Ha sido uno de los trimestres más sorprendentes que he visto", ha declarado Peter Beutel, director general de Cameron Hanover en Stamford (EEUU), que es analista del mercado del crudo desde hace 25 años.