La decisión de los gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo de entrar en el capital de Fortis es una "señal de confianza" en la entidad y de respaldo a los clientes e inversores, y servirá para garantizar su estabilidad, afirmó hoy el consejero delegado del grupo, Filip Dierckx.
En declaraciones a la prensa tras hacerse público el acuerdo, Dierckx explicó que esta inyección de dinero público pretende responder a las incertidumbres sobre la solvencia de la entidad.
El nuevo consejero delegado de Fortis, que asumió el cargo el viernes pasado, explicó que el problema se situaba en el negocio bancario, debido a las dudas suscitadas por la adquisición de ABN Amro, pero dejó claro que gracias a los 11.200 millones de euros públicos "la cuestión queda resuelta".