La balanza por cuenta corriente de la eurozona, que mide mide los intercambios con el exterior por transacción de mercancías, servicios, rentas y transferencias, obtuvo en julio un déficit de 1.700 millones de euros, frente al superávit registrado el mismo mes de 2007.
Según informó hoy el Banco Central Europeo (BCE), este saldo negativo en la cuenta corriente en julio se debió al déficit en transferencias corrientes y bienes, que no fue compensado por el superávit en servicios e ingresos.
En los últimos doce meses, el déficit por cuenta corriente de la zona del euro alcanzó en julio 23.900 millones de euros (0,3 por ciento del Producto Interior Bruto), frente al superávit de 27.400 millones de euros un año antes, según indicó el BCE.