El Gobierno considera que la coyuntura que atraviesa el mercado inmobiliario ha lastrado la "potencial reacción" para la contratación de las hipotecas inversas, créditos con la vivienda como garantía ofrecidos principalmente a personas mayores, que pudo suponer la reforma de la Ley Hipotecaria de hace un año.
Sin embargo, sigue creyendo que se trata de un producto financiero "idóneo" para el mercado español ante el rápido envejecimiento de la sociedad y la "conveniencia de buscar fuentes alternativas de rentas para la financiación", según consta en la respuesta del Ejecutivo a una pregunta escrita del diputado de CiU, Carles Campuzano.
El cambio en la regulación hipotecaria, ratificado por el Congreso de los Diputados en noviembre de 2007, contempla beneficios fiscales para estos productos, siempre que sus perceptores inviertan en un plan de pensiones. Además, se permite realizar hipotecas inversas no sólo sobre la vivienda habitual, sino también sobre la segunda vivienda.