El ministro de Finanzas suizo, Hans-Rudolf Merz, ha descartado toda posibilidad de que el Estado intervenga para salvar a los bancos en dificultades y ha dejado claro que considera que los grandes banqueros sólo piensan en su propio interés.
"En nuestro país no es necesario que el Estado intervenga (a diferencia de en Estados Unidos), porque los fondos propios de UBS y Credit Suisse gozan de buena salud y están bajo la supervisión de la Comisión Federal de los Bancos", aseguró Merz en una entrevista concedida al diario la Tribune de Genève.
Consultado sobre la crisis financiera mundial, Merz asume que "la situación es preocupante", pero se muestra convencido de que no afectará a Suiza, dado que es un problema eminentemente estadounidense.
"No entiendo por qué los bancos europeos han tenido la audacia de de mezclarse en negocios en los que no podían medir el riesgo", afirmó en relación a la crisis de las hipotecas basura (subprimes), que afectaron al mercado estadounidense, pero también a los dos principales bancos helvéticos, UBS y Credit Suisse.