El gigante estadounidense de seguros AIG, al borde de la bancarrota, indicó el martes que se esforzaba por "aumentar su liquidez a corto plazo", pero aseveró que sus operaciones a nivel mundial no corren peligro.
En el primer comunicado desde que sus acciones se hundieron en medio de temores de que pueda declararse en bancarrota, AIG despejó dudas y afirmó que sus servicios financieros, entre ellos los de seguros y retiros, operaban normalmente.
AIG indicó que sus negocios "inclusive sus amplias operaciones asiáticas, continúan operando normalmente, siguen capitalizadas adecuadamente y en capacidad de cumplir con sus obligaciones con los poseedores de pólizas".
El comunicado añadió que AIG "continúa en la búsqueda de alternativas para incrementar la liquidez a corto plazo en la compañía matriz. Esos planes no incluyen la posibilidad de reducir capital de alguna subsidiaria o quitar liquidez de las operaciones asiáticas".