"Creo que en el tiempo que nos queda, no podemos completar una licitación que sea considerada justa y objetiva en este ambiente tan cargado", indicó el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates.
El contrato, cuyo valor asciende a unos 35.000 millones de dólares, será cosa del próximo Gobierno. "El resultante periodo de reflexión permitirá al próximo gobierno revisar objetivamente los requerimientos militares y diseñar una nueva estrategia de adquisición", agregó Gates.