La venta de viviendas de segunda mano en Francia cayó un 25% en el primer semestre del año, lo que viene a confirmar el descalabro del sector tras el anuncio de que el hundimiento fue del 34% en la obra nueva.
En una nota de coyuntura, los notarios constatan que el bajón en la primera mitad del ejercicio en la vivienda usada afectó a todas las grandes ciudades, con descensos que llegaron a ser del 30% en Marsella, del orden del 20% en París, del 14% en la región de la capital o del 15-20% en Toulouse y Lyon.
Después del pico de 700.000 transacciones registrado por los notarios en 2007, para 2008 se espera que la cifra se limite a unas 560.000, que podría bajar todavía al año siguiente para situarse apenas por encima de los 500.000.
Aunque todavía es un poco pronto para saberlo, los notarios consideran que el retroceso de las compra-ventas todavía no ha repercutido muy significativamente en los precios de los bienes inmobiliarios.