
La XVII Conferencia Internacional sobre Sida finalizó este viernes en la Ciudad de México con una alerta ante la lejanía de las metas de acceso universal al tratamiento contra la enfermedad, previstas para 2010, y el compromiso de reforzar la prevención como método más eficaz para frenar la pandemia que afecta a 33 millones de personas.
"No estamos en el buen camino para cumplir las metas de acceso universal", establecida en 2006 para 2010, lamentó el mexicano Luis Soto, uno de los copresidentes de la cumbre, durante la ceremonia de clausura de la cumbre que recibió a 22.000 participantes de 180 países.
"Aún duplicando el número de pacientes en tratamiento sería insuficiente para alcanzar la universalización", subrayó a su vez el argentino Pedro Cahn, el otro copresidente del encuentro.
Ambos expertos se unieron a la advertencia de líderes como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, entre otros, lanzada durante el encuentro.
"Debemos obligar al liderazgo político para lograr esta meta, mantener la presión sobre el G8 para que cumpla sus compromisos de prevención y tratamientos universales para 2010 (...) el no cumplir es un delito contra los infectados, es un crimen contra la humanidad", proclamó Julio Montaner, uno de los mayores expertos en el tema.