El coste neto que tuvieron que pagar las empresas por cada trabajador en 2007 ascendió a 27.406 euros, un 4% más que en el año precedente, según la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística. Este incremento se situó dos décimas por debajo de la inflación con la que cerró el año 2007, del 4,2%.
Si no se tienen en cuenta las subvenviones y deducciones públicas, el coste bruto alcanzó los 27.673 euros, con un incremento interanual también del 4%.
El 72,8% de este importe lo constituyeron sueldos y salarios, por un importe de 20.157,8 euros por trabajador, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social supusieron un 22,7% del total, hasta 6.304 euros.
